El banco que ocultó fondos de Pinochet compensará a las víctimas

La acusación particular y popular del caso Pinochet en España ha sellado un pacto con el banco norteamericano Riggs -que ocultó a la justicia al menos ocho millones de dólares en cuentas secretas del ex dictador Augusto Pinochet-, por el cual la entidad aportará la misma cantidad para compensar a las víctimas de la dictadura. El juez Baltasar Garzón sobreseyó ayer, como parte del pacto, la causa por alzamiento de bienes contra el Riggs.

Si el caso Pinochet siempre pareció, a ojos de detractores e incluso simpatizantes, un procedimiento penal simbólico o testimonial, el pacto por el cual el banco Riggs acepta ahora pagar ocho millones de dólares -6,1 millones de euros- para compensar, a través de la acusación particular y popular en España, a las víctimas representadas -alrededor de 3.300 personas- supone romper un muro infranqueable hasta ahora: el de las responsabilidades civiles del ex dictador. Aquí no está pagando un Estado, el chileno, sino un particular, la entidad bancaria.

El pacto, reflejado en un auto dictado ayer por Garzón -en el cual fija en 1.445 millones la responsabilidad civil de Pinochet-, pone un punto y aparte en la historia allí donde ésta había empezado. El 19 de octubre de 1998, tres días después de que la policía de Londres ejecutara su orden de arresto de Pinochet, convaleciente de una operación, el juez Garzón dictó el embargo de todas sus cuentas.

El banco Riggs no lo supo de inmediato. Durante meses, el Riggs mantuvo dinero de Pinochet en su filial de Londres, encubierto en varias cuentas secretas. Cuando la extradición del ex dictador parecía posible a raíz del fallo de los jueces lores del Reino Unido, el 24 de marzo de 1999, el Riggs transfirió en cuestión de horas los fondos a EE UU. Más tarde, el Riggs reembolsó a Pinochet, de regreso en en Chile, el remanente de sus fondos y cerró las cuentas.

La entidad norteamericana, movió durante varios años varias cuentas secretas del ex dictador chileno y su esposa por valor de ocho millones de dólares. El banco violó, en la gestión de las cuentas de Pinochet, la normativa norteamericana sobre blanqueo de dinero, ya que no rellenó correctamente varios formularios sobre el origen de los fondos de su titular. Falseó también la titularidad de las cuentas.

El Senado de EE UU realizó una investigación y publicó, el pasado julio, su informe. Advertía que el Riggs había ayudado a Pinochet a eludir la orden de embargo del juez Garzón en España tras el arresto del ex dictador en Londres. La acusación particular y popular en España presentó, acto seguido, una querella criminal contra el Riggs por alzamiento de bienes.

El Riggs reconoció en enero los delitos y pactó una multa en Estados Unidos. También abrió una negociación con la acusación española para lograr el sobreseimiento de la causa por alzamiento de bienes, cosa que Garzón acordó ayer. El Riggs aportará nueve millones de dólares a la Fundación Allende, entidad que, liderada por el abogado Joan Garcés, presentó la querella contra Pinochet en julio de 1996, para que ésta destine ocho millones a compensar a las 3.300 víctimas de la dictadura chilena. El millón restante será el pago de gastos y costas procesales al tiempo que se utilizará para continuar, a través de otros bancos, la caza de otros fondos de Pinochet.