Un hermoso pavo real chino y un contradictorio drama danés cierran la competición
'Hitch', de Anddy Tenant e interpretada por Will Smith, ha llevado el festival a su cota más baja
Aún se sigue preguntando la gente qué demonios hacía esta cosa (Hitch) en un festival de cine, o quién pudo seleccionarla y por qué. Nada pintaban aquí las zafias historietas de ese agente matrimonial neoyorquino (Will Smith), una especie de san Valentín de época actual, aderezado con todo el lujo de un presupuesto alto y la exhibición de despampanantes actrices y modelos. Personalmente escéptico en el amor, pero experto en trucos para que una mujer "caiga a los pies" (sic) de cualquier mentecato, naturalmente acaba él mismo cayendo en sus propias redes.
La sensación de estafa entre los espectadores de la prensa fue mayoritaria, aunque como en la prensa cinematográfica también hay de todo, hubo quienes parecían pasárselo bien a juzgar por sus caritas felices que intentaban disimular.
Historia tensa
La danesa Acusado, de Jacob Thuesen, está realizada con esa emotiva frialdad nórdica, cuenta con actores de talla, especialmente su protagonista masculino, Troels Lyby, conocido en España por Before the storm, estrenada tras su premio en el Festival de San Sebastián. Tiene, en fin, el look de película solvente, pero su desenlace facilón le hace perder muchos puntos.
La historia es tensa: una niña de 13 años acostumbrada a mentir acusa a su padre de forzamientos sexuales. El hombre va a la cárcel, es juzgado, y aunque finalmente se le considera inocente, sufrirá el mismo vacío social que de haber sido culpable. Su vida comienza a irse al traste. Sin embargo, como habíamos intuido, no es oro todo lo que reluce...
La película del día fue la china El pavo real, de Gu Changwei. Es la crónica de una familia obrera en un pequeño pueblo, poco después de la revolución cultural. De los tres jóvenes hijos, el mayor es un gordo retrasado mental que avergüenza a sus dos hermanos, chico y chica, que incluso han pensado en envenenarle.
La historia se adentra en la vida cotidiana de los otros dos, soñadores de mundos que no están a su alcance. A ratos parece una película de Zhang Yimou, pero su realidad no llega a la profundidad del maestro.
La crónica de El pavo real es la de un sordo desencanto, la de una frustración, como la que tienen todos los personajes en la secuencia final del zoo cuando esperan ver que el pavo real abra sus plumas. Pero el hermoso animal sólo las despliega cuando ya se han ido.
Babelia
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