Escritos al oído

Hay poetas que leen sus propios versos como si les fuera la vida en ello (Neruda), pero también los hay que los leen como si la cosa no fuera con ellos (Cernuda). Eso no mejora la poesía de los unos ni empeora la de los otros, simplemente pone voz a una presencia muda.La Residencia de Estudiantes de Madrid lleva un tiempo rescatando varias de las lecturas que en su sede efectuaron algunos poetas españoles y latinoamericanos (Claudio Rodríguez, Olga Orozco), y lo propio ha empezado a hacer la Fundación Juan March (Antonio Colinas, Antonio Carvajal), pero es la editorial Visor la que más tiempo lleva editando poesía "leída" por sus autores (Dámaso Alonso, Caballero Bonald). A esa colección acaba de sumarse ahora ésta, De Viva Voz, que abre con Platero y yo, de Juan Ramón Jiménez, leído en este caso por María Teresa León, y tres entregas del uruguayo Mario Benedetti, que se lee a sí mismo. Un archivo sonoro que tiene mucho de archivo sentimental: letra, voz y álbum de fotos.