Retrasada la comparecencia de Fischer por el caso de los visados

Los diputados socialdemócratas (SPD) y verdes en la comisión parlamentaria que investiga las irregularidades en la concesión de visados en consulados alemanes del este de Europa impidieron ayer con sus votos la comparecencia urgente del ministro de Exteriores, Joschka Fischer. La oposición democristiana (CDU) ha encontrado en el escándalo un tema contra el SPD y los verdes ante las elecciones del domingo en el Estado federado de Schleswig-Holstein.

Fischer afronta la mayor crisis de su carrera. La oposición le acusa de mentiroso. La prensa más fiel le critica con dureza por la mala gestión del caso de los visados. El político más popular de Alemania se encuentra en el ojo del huracán por la negligencia de su ministerio en la concesión de visados durante cuatro años. Esto abrió las puertas de Alemania y los países del Acuerdo de Schengen a honrados ciudadanos de Ucrania, Bielorrusia, Rusia y Kosovo, pero también a mafiosos y proxenetas.

Fischer asumió su responsabilidad política como ministro de Exteriores y se mostró dispuesto a comparecer cuanto antes ante la comisión de 13 diputados del Parlamento Federal (Bundestag) que ayer en Berlín celebró su primera sesión. Los diputados de la oposición, democristianos (CDU/CSU) y liberales (FDP), intentaron que Fischer compareciera a declarar en abril, antes de las decisivas elecciones en el Estado federado de Renania del Norte-Westfalia del 22 de mayo. La mayoría, SPD-Verdes, se opuso y ha conseguido retrasar la declaración de Fischer sin fecha por el momento.

El escándalo ha proporcionado munición electoral a la oposición para las elecciones de Schleswig-Holstein y Renania del Norte-Westfalia, cuyo resultado se considera decisivo para toda Alemania.