Madrazo intenta hasta el último momento lograr el apoyo socialista a la ley de Suelo

Vivienda ha intentado lograr hasta el último momento el apoyo del PSE a la ley de Suelo, el principal proyecto del departamento para esta legislatura, que, si no hay sorpresas, será rechazada hoy en el pleno del Parlamento. La consejería de Javier Madrazo, que ha mantenido contactos estos días con los grupos parlamentarios, ofreció incluso a los socialistas cambiar una decena de artículos del proyecto, entre ellos "varios de calado y de fondo", precisó ayer el consejero a EL PAÍS.

El departamento accedió a dar mayor autonomía a los ayuntamientos, una de las principales reivindicaciones socialistas, como la posibilidad de que los municipios de más de 40.000 habitantes aprueben sus planes urbanísticos sin el visto bueno de las diputaciones. "No hay voluntad de acuerdo", se quejó Madrazo. Los socialistas ya aseguraron la pasada semana, cuando rechazaron una reunión de Patxi López con el consejero para acercar posturas, que "el tiempo de la negociación ha pasado" y reprocharon que no se buscaran acuerdos meses atrás.

Vivienda ha desistido del pacto con Sozialista Abertzaleak, con el que se reunió el martes para explicarle la ley. Según las fuentes consultadas, el grupo de la ilegalizada Batasuna se conformaba con la aceptación simbólica de una de sus enmiendas, lo que visualizaría la existencia de una negociación, para abstenerse y propiciar así la aprobación del texto.

Los servicios jurídicos del Parlamento han elaborado un dictamen sobre el contenido del proyecto, aprobado en comisión gracias a la abstención de Batasuna. "En el dictamen aprobado", señalan los letrados, "se advierte una falta de coherencia en las remisiones internas. Al haber desaparecido 24 artículos [los derrotados por la oposición, que el tripartito tratará de recuperar hoy como voto particular], algunos otros quedan" truncados. Se cita, por ejemplo, el artículo 103.2 primer apartado, que remite al 71, uno de los que han desaparecido del texto.

Los servicios jurídicos advierten de que se haría "imprescindible una revisión para garantizar la congruencia". Se cuestiona también el artículo 101.4, relativo a las modificaciones de los planes generales, del que se dice que "como consecuencia de las enmiendas aprobadas", el texto resultante "no resulta coherente" y se propone una redacción alternativa.

El proyecto llega a pleno con los 36 votos del tripartito y la duda de la actitud final de la foralista Enriqueta Benito. Su apoyo colocaría al proyecto en un empate a 37 votos, lo que obligaría a una segunda votación y, de reiterarse la igualdad, a otra repetición en un nuevo pleno, que debería celebrarse el sábado o el lunes, ya que el lehendakari disolverá la Cámara el martes. El desarrollo del debate vendrá marcado por la decisión del presidente de la Cámara, Juan María Atutxa sobre el modo de votar las enmiendas a la totalidad de PP y Batasuna, separada o conjuntamente, arriesgándose en este último caso a que el PSE se sume a la petición de devolución.