El Colegio de Arquitectos protesta por la "arbitrariedad" en las adjudicaciones de Ciegsa

El Colegio Oficial de Arquitectos de la Comunidad Valenciana ha pedido la suspensión cautelar y revisión del proceso de adjudicación del concurso puesto en marcha el pasado verano por la empresa pública Construcciones e Infraestructuras Educativas de la Generalitat, SA (Ciegsa) para la redacción de proyectos de construcción de centros escolares. La entidad colegial estima "que existen indicios fundados de un alto grado de arbitrariedad" en las valoraciones técnicas utilizadas para adjudicar los proyectos. Ciegsa afirma que el proceso ha sido limpio y critica al colegio por no especificar las arbitrariedades y por protestar ahora que se convocan concursos y no antes cuando se adjudicaba a dedo.

El escrito que el órgano colegial envió a principios de este mes a Ciegsa, firmado por el decano de la Comunidad Valenciana y por los presidentes de los colegios territoriales de Valencia, Alicante y Castellón, señala que han recibido "numerosas quejas de arquitectos que han participado en los concursos por procedimiento abierto" convocados por la empresa de la Generalitat para la "contratación, asistencias técnicas, redacción y dirección de obra" para la construcción de un total de 61 instalaciones educativas. Las quejas "cuestionan fundamentalmente las valoraciones técnicas con las que se han evaluado las propuestas presentadas, estimando que existen indicios fundados de un alto grado de arbitrariedad en la elaboración de las mismas", añade el escrito, en el que el colegio pide la "suspensión cautelar del proceso de adjudicación y que se hagan públicas las actas de valoración técnica de los concursantes", para que una comisión de técnicos independientes revise e informe el proceso.

Fuentes profesionales consultadas ayer confirmaron la existencia de malestar entre los arquitectos valencianos por el proceso seguido por Ciegsa y señalaron que "más del 30%" de los proyectos sacados a licitación el pasado verano han sido adjudicados a "unos cuantos amigos". Estas fuentes explican que muchos arquitectos que han concurrido han "perdido el tiempo" redactando proyectos que en algunos casos, aseguran, estaban adjudicados de antemano.

Después de las elecciones autonómicas de 2003 los nuevos gestores de Ciegsa modificaron los procedimientos. Hasta entonces, para construir colegios se acudía al procedimiento negociado -se ofrecía a varios arquitectos y se elegía uno de ellos- para la redacción del proyecto básico. En el verano de 2003 Ciegsa cambió el sistema, de manera que ahora se saca a concurso la redacción del proyecto, la asistencia técnica y la dirección de obra.

"Antes [la adjudicación] se hacía a dedo, y ahora también" señaló ayer un profesional, que añadió que la diferencia es que antes ya se sabía, mientras que ahora muchos arquitectos concurren, emplean un mes de trabajo en redactar el proyecto y luego quedan descartados. "Si sabes que [el concurso] se lo van a dar a alguien, pues no haces todo el trabajo", añadió este arquitecto, "porque eso es trabajar para cubrirle las espaldas a alguien".

Máximo Caturla, secretario autonómico de Educación y consejero delegado de Ciegsa, se mostró ayer indignado por la carta del colegio de arquitectos y negó la existencia de irregularidades en el proceso y defendió la profesionalidad de los técnicos que califican las ofertas. "Me asombra que el colegio, que ha tenido tiempo para revisar las condiciones del concurso, sólo se pronuncie sobre los criterios y la arbitrariedad ahora que Ciegsa convoca concursos públicos de contratación de asistencia técnica con criterios totalmente probados y hechos por la Generalitat y que en cambio no creara ningún problema ni protestara cuando Ciegsa sacaba negociados", dijo Caturla.

"Está todo impecable", añadió el máximo responsable de Ciegsa, empresa que en los últimos meses ha vivido fuertes convulsiones tras la entrada de Caturla, que ha desplazado de la máxima responsabilidad a Javier García Lliberós, marido de la consejera de Bienestar Social, Alicia de Miguel. García Lliberós ocupaba el puesto desde la época del anterior presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana. Caturla también negó que se hayan adjudicado proyectos a unos cuantos amigos".

Caturla afirmó que han intentado ponerse en contacto con el decano del colegio, Fabián Llisterri, que no ha contestado, y afirmó que tiene preparada una carta en la que le pide que explique en qué consisten las supuestas arbitrariedades que denuncia. El consejero delegado de Ciegsa mostró su extrañeza por el hecho de que la entidad colegial diga haber recibido numerosas quejas: "A ellos les han llegado quejas, y en cambio, al órgano de contratación, ninguna", dijo Caturla, que matizó que sólo uno de los arquitectos excluidos -han concurrido casi 600- ha pedido explicaciones.

Fabián Llisterri explicó: "Lo único que hacemos es pedir que se revisen las adjudicaciones, porque puede haber errores, y nos gustaría revisarlo. Si no contestan, vamos a seguir, porque como institución no podemos quedarnos ahí". Llisterri añadió que el colegio "defiende a los profesionales" y negó que detrás de su carta haya "intención política".