El túnel del metro del Carmel se adjudicó por 7,4 millones menos de lo presupuestado
El Parlamento catalán rechaza crear una comisión de investigación sobre el hundimiento
El túnel del Carmel se adjudicó en mayo de 2004 por 93,6 millones de euros, 7,4 millones menos de lo presupuestado tres meses antes (101 millones). La cuantía de la rebaja coincide con el aumento de coste que había implicado el cambio en el trazado y la ubicación del túnel de maniobras que acabó hundiéndose. Así, con el recorte se lograba que las modificaciones no encarecieran el coste original del proyecto de 93 millones. El Parlamento catalán rechazó ayer la comisión de investigación que había pedido la oposición integrada por Convergència i Unió y Partido Popular.
Una resolución del director general de Transportes, Jordi Julià, fechada el 18 de febrero de 2004 autorizaba a la empresa pública GISA a encargar los cambios por un importe de unos 7,4 millones de euros, lo que elevaba el presupuesto de toda la obra a 101.148.442 euros. No obstante, el proyecto aprobado finalmente, con fecha de mayo de 2004, dejó el precio en 93,6 millones. La misma cantidad por la que se adjudicó la obra en 2002. El proyecto está firmado por Javier Gete-Alonso, ingeniero contratado para dirigir las obras, y que ya actuaba y ha seguido actuando como tal. Así pues, la constructora asumía el coste de las variaciones, muchas de las cuales ya estaban en marcha en el momento de redactarse estos documentos.
Lo que hace el Gobierno catalán con esta resolución, comentó un portavoz del Departamento de Política Territorial, "es regularizar lo que se había estado haciendo a lo largo de 2003. No se encarga a una empresa externa porque hay una que ya lo está haciendo. Por eso lo firma el mismo director de las obras".
Las mismas fuentes explicaron que un presupuesto no evalúa el coste global de una obra sino el precio de multitud de movimientos y materiales. "Se contrata el precio del movimiento de tierras por metro cúbico, y las losetas, y el cemento y la mano de obra. Y al final se ajusta lo presupuestado a las medidas reales empleadas". Por ello, el presupuesto modificado no entra en evaluar los costes, porque asume que el volumen de trabajo y materiales contemplados en la modificación son similares a los adjudicados en un principio. "El resultado final, reconocido con las certificaciones, es el que debe dar el precio definitivo, del que el presupuesto de partida es una aproximación".
Por otra parte, el expediente remitido al Parlamento catalán establece que se efectuaron un total de 41 sondeos para identificar las características del suelo; 28 de ellos se llevaron a cabo sobre el proyecto inicial, mientras que 13 se realizaron tras la modificación del proyecto por la cual se trasladó el túnel de maniobra de Horta al Carmel para avalar los cambios efectuados. Durante la segunda tanda de sondeos no se hizo ninguno en el túnel de maniobra.
Sondeos
El propio documento señala que los cálculos del terreno donde se ubicó la cola de maniobras son el resultado "del análisis de los datos existentes a nivel de proyecto", modificándolos en función de "la realidad encontrada durante la excavación del túnel del Carmel".
Estos datos se obtuvieron por medio de un sondeo inicial, a los que se añadieron varias pruebas efectuadas en cuatro puntos cercanos al túnel de maniobras. Técnicos de la dirección de obra y el propio documento, firmado por Gete-Alonso, director de la obra por cuenta de Tec 4 y Geocontrol, precisaron que estos análisis ya eran suficientes, puesto que la cola de maniobras se extiende a sólo 20 metros en paralelo del túnel principal. Además, señalaron, se hizo un estudio para determinar si al horadar el túnel de maniobras, tan cerca de la estación, ésta sufriría algún tipo de inconveniente.
El expediente señala, además, que el cambio de ubicación del túnel de maniobras fue consecuencia de "la eliminación del pozo de ataque junto a la estación de Horta" y, añade, supuso la ventaja de sustituir "un túnel ejecutado en jabre por otro ejecutado en areniscas de buena calidad geomecánica".
Por otra parte, Convergència i Unió y el Partido Popular no quisieron esperar a la segunda comparecencia del consejero de Política Territorial, Joaquim Nadal, y pidieron en la junta de portavoces que el próximo pleno del Parlamento catalán debatiera la creación de una comisión de investigación. Las aspiraciones de ambos grupos quedaron frustradas por el voto negativo de los partidos que apoyan el Gobierno catalán. ERC e ICV mantuvieron que se reservan el derecho a pedir una comisión de investigación en el futuro, pero nunca antes de que Nadal comparezca para explicar sus conclusiones.
A pesar del apoyo de los populares a la petición de CiU, ambos partidos llegaron a la reunión con una discrepancia de base: mientras los representantes de Convergència i Unió defendían crear una comisión de investigación ceñida a esclarecer cómo ha gestionado la crisis del Carmel el Gobierno tripartito, los populares pretendían crear una comisión más amplia que investigara también el origen de todos los problemas, incluyendo las decisiones tomadas por el anterior Gobierno, de CiU, responsable de que el túnel hundido se construyera precisamente en el Carmel.
Para el Partido Popular, crear la comisión es algo "inevitable" tras agotarse los cinco días de margen que su líder, Josep Piqué, dio al Gobierno para que éste cesara a los técnicos responsables del fracaso de la obra. CiU, en cambio, afrontaba la petición de esta comisión con un principio irrenunciable y que ayer avanzó su portavoz parlamentario y ex consejero de Política Territorial, Felip Puig: "las responsabilidades políticas quedan claramente delimitadas en el ámbito del Gobierno tripartito".
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