Los kurdos de Kirkuk celebran con tiros al aire su victoria local

Los kurdos de la dividida ciudad de Kirkuk celebraron ayer con disparos al aire el triunfo de la lista de partidos del Kurdistán en las elecciones provinciales de Tamim, cuya capital es esa ciudad petrolera, también poblada por árabes y por una minoría turcomana. Pero, al mismo tiempo, mostraban preocupación por las crecientes tensiones étnicas en esta ciudad de de 800.000 habitantes, situada 270 kilómetros al noreste de Bagdad.

Cientos de kurdos salieron a las calles para celebrar que su lista electoral, encabezada por el Partido Democrático del Kurdistán (PDK) y la Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), acapararan el 60% de los votos en los comicios locales. Tanto turcomanos como árabes de Kirkuk denunciaban ayer fraude en las elecciones.

"Es el día más bonito de mi vida. Nunca he sido tan feliz", comentaba ayer el profesor kurdo Ako Abdul Hamid, de 23 años. "La justicia volverá al pueblo. Es como si volviéramos a nacer", añadió.

"Como árabes rechazamos estos resultados. Creemos que la Comisión Electoral ha conspirado con los partidos kurdos para marginar a los árabes en Kirkuk", afirmó el suní Jalaf al Hadithy.

La ciudad de Kirkuk, repoblada con árabes durante el régimen de Sadam Husein al tiempo que se expulsaba a los kurdos, se asienta sobre importantes yacimientos de petróleo, de los que se extrae el 40% de la producción de crudo de Irak. Desde que el dictador fue derrocado, en abril de 2003, miles de kurdos han regresado a Kirkuk y reclaman sus antiguas viviendas. Aunque cerca de 100.000 no residen oficialmente en la ciudad, la Comisión Electoral les permitió votar en las elecciones del pasado 30 de enero.

El PDK y la UPK exigen que esta ciudad se incluya en la región autónoma del Kurdistán cuando se elabore la Constitución definitiva de Irak.