Un coche bomba mata a 18 personas en Irak al inicio de la principal fiesta religiosa chií

Un atentado con coche bomba, ataques a convoyes estadounidenses, enfrentamientos entre rebeldes y soldados norteamericanos en el oeste y norte, y el asesinato de un juez en Basora marcaron la violenta jornada de ayer en Irak, en la que murieron al menos 25 personas. El peor de los atentados lo perpetraron los insurgentes en Musayib, al sur de Bagdad, una zona mayoritariamente poblada por chiíes, que en estas fechas celebran la Ashura, la mayor de sus festividades religiosas, que el año pasado fue objetivo de una cadena de atentados que costó la vida a 170 personas.

Dieciocho personas, tres de ellas policías, fallecieron y 25 resultaron heridas en un atentado con coche bomba perpetrado en Musayib, 70 kilómetros al sur de Bagdad, una zona poblada mayoritariamente por chiíes. La víspera, en otros dos atentados contra miembros de esta comunidad en Bagdad y en Balud Ruz, al norte de la capital, murieron otras 23 personas. El atentado en Musayib se produjo cerca del ayuntamiento y de un hospital, a pesar de que las fuerzas de seguridad estaban en alerta por las celebraciones de la Ashura, la festividad chií más importante, durante la que centenares de miles de fieles de esta confesión peregrinan a las ciudades santas de Nayaf y Kerbala. El año pasado perdieron la vida más de 170 personas en varios atentados durante estas celebraciones.

Los insurgentes también mataron ayer a un juez en Basora, en el extremo sur de Irak. Dos encapuchados dispararon desde una motocicleta contra el juez Taha al Basri, que falleció en el acto. Los jueces son uno de los colectivos más perseguidos por los rebeldes, que consideran a estos funcionarios colaboradores de la ocupación. Esta semana también fue asesinado en esta ciudad un periodista de la televisión Al Hurra, fundada por la Administración provisional estadounidense y que sigue la línea oficial del Gobierno de Ayad Alaui.

Y también hubo enfrentamientos armados entre militares estadounidenses y rebeldes en Mosul, 400 kilómetros al norte de Bagdad. Un insurgente murió en la refriega; otra mujer también falleció al caer un proyectil sobre su vivienda y una tercera al estallar una bomba al sur de esta ciudad. Horas antes de los combates, la policía informó del hallazgo de seis cadáveres, vestidos con el uniforme de la Guardia Nacional, cerca de Mosul. Habían sido asesinados con disparos en la cabeza y en el pecho.

En Hasida, en el oeste de Irak, murieron dos rebeldes; en Tal Afar, al norte de Bagdad, también perecieron dos insurgentes, y en Bagdad, un soldado de EE UU murió tras estallar una bomba al paso de su convoy.

Por otro lado, la Comisión Electoral anunció que hoy comunicará los resultados de las elecciones celebradas el 30 de enero, y en las que se ha elegido un Parlamento de 275 miembros. De acuerdo con los portavoces de la comisión, la participación en las zonas chiíes y kurda rondaría el 60%, pero no se han divulgado porcentajes de la participación en la zona suní, donde la afluencia fue muy escasa. La Alianza Iraquí Unida, que agrupa a los principales partidos chiíes, se perfila como el claro ganador.