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Dos atentados contra los chiíes de Irak causan la muerte a 23 personas

Rumsfeld asegura en Mosul que las tropas iraquíes deben asumir la lucha contra los rebeldes

Un coche bomba explotó ayer frente a una mezquita chií del noreste de Bagdad y mató al menos a 13 personas, mientras que 10 civiles fueron asesinadas cuando hacían cola frente a una panadería de un barrio de mayoría chií de la capital iraquí. Los atentados se produjeron mientras el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, realizaba una visita sorpresa a Mosul y Bagdad. Rumsfeld señaló que el combate contra la insurgencia debe convertirse en una responsabilidad de las fuerzas de seguridad iraquíes con el apoyo de las tropas de Estados Unidos.

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Al menos 18 muertos en un nuevo atentado contra los chiíes al sur de Bagdad

La explosión en Balud Ruz, unos 70 kilómetros al noroeste de Bagdad, se produjo cuando el servicio religioso acababa de terminar. Varios miembros de la Guardia Nacional se encontraban entre las 13 víctimas del ataque.

En la matanza de la panadería del barrio de Nuevo Bagdad, varios hombres armados bloquearon la calle frente al establecimiento con dos vehículos, mientras otros miembros del grupo entraron en la tienda y abrieron fuego, según relataron varios testigos. La sangre quedó en el suelo mezclada con la harina. Un portavoz de la policía aseguró que el número de muertos en este ataque ascendía a 10, dos de ellos menores de 13 años.

La policía, citada por la agencia France Presse, aseguró que no se trató de un crimen sectario contra los chiíes, sino de un ajuste de cuentas; pero los habitantes del barrio tienen muy claro por qué se atacó la panadería, que muestra en su escaparate la fotografía del gran ayatolá chií Alí al Sistani. "Son los wahabíes", señala un vecino, Abu Fatima, en referencia a la corriente islamista radical suní. "Han venido a sembrar el terror al principio del mes de Muharram, en el que el islam impide matar a una mosca", agregó.

Coincidiendo con esta celebración religiosa chií, que tiene su cumbre en la fiesta de la Ashura, prevista entre el 17 y el 19 de febrero, el Gobierno iraquí ha ordenado el cierre de fronteras. El año pasado durante la Ashura -décimo día del mes lunar de Muharram, en el que murió el imán Hussein- tuvo lugar uno de los atentados más salvajes de la posguerra iraquí, cuando 171 personas murieron tras la explosión de dos coches bomba en Bagdad y la ciudad santa chií de Kerbala.

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Tropas iraquíes

Esta ofensiva coincidió con la visita a Irak del secretario de Estado de EE UU, Donald Rumsfeld, que aterrizó en la conflictiva ciudad de Mosul, al norte del país, antes de desplazarse a Camp Victory, una base estadounidense de las afueras de Bagdad. El jefe del Pentágono insistió en que las fuerzas estadounidenses están destinadas a ayudar en la lucha contra la insurgencia, una labor que debe ser realizada por las tropas iraquíes. "Son los iraquíes los que con el tiempo tendrán que derrotar a los insurgentes. Es su país, es su responsabilidad", señaló Donald Rumsfeld, citado por agencias de prensa internacionales.

El secretario de Defensa señaló, ante un centenar de soldados iraquíes que le recibieron en el aeropuerto de Mosul, que la principal responsabilidad de las tropas estadounidenses va a ser en el futuro la formación del nuevo Ejército. "Esto tomará su tiempo, pero debéis estar preparados", dijo Rumsfeld, que agregó: "Una vez que las fuerzas de seguridad iraquíes tengan la capacidad y la confianza, nuestras fuerzas, las fuerzas de la coalición, podrán volver a casa con todos los honores".

Tras unos días de calma, inmediatamente después de las elecciones celebradas el 30 de enero, la insurgencia comenzó esta semana una ofensiva de violentos ataques, primero contra las fuerzas de seguridad iraquíes y luego contra los chiíes, que se perfilan como los grandes vencedores de los comicios.

El lento recuento de los resultados electorales prosigue, 11 días después de la votación. En la segunda planta de un edificio de la Zona Verde de Bagdad, se terminan de volver a contar las papeletas, mientras que 40 urnas, algunas marcadas con Erbil -principal ciudad del Kurdistán iraquí- y otras con la palabra "Ilegal", están ordenadas contra la pared.

Un miembro de la comisión electoral, Adel al Lami, rechaza dar la fecha en la que los resultados serán difundidos; pero sugiere que es una cuestión de pocos días. También asegura que el recuento no afecta sólo a la ciudad de Erbil, sino que se trata de urnas procedentes de todos el país. "Hemos tomado algunas muestras para verificar el primer recuento", aseguró Lami.

Un periodista iraquí preguntó por qué la mayoría de las cajas provenían de Erbil. Lami negó este extremo y abandonó la habitación sin explicar por qué el nombre de esta ciudad kurda aparecía en muchas cajas. Tampoco aclaró por qué muchas otras aparecían marcadas con la palabra "Ilegal".

Participación electoral

Los resultados de 12 de las 18 provincias iraquíes fueron difundidos ayer, según la agencia Reuters, y muestran una alta participación, aunque el recuento en las zonas suníes no ha terminado. En estas 12 provincias, la participación se sitúa en torno al 65% de los votantes registrados. La mayor participación tuvo lugar en la provincia kurda de Dohuk, donde votaron el 89% de los electores registrados. La menor fue en la provincia de Diyala, de población mixta chií y suní, donde sólo alcanzó el 34%.

Por otra parte, ayer fueron colgadas en la plaza de la República de París las fotos de la periodista francesa Florence Aubenas, desaparecida en Irak junto a su intérprete Hussein Hanoun, y de la periodista italiana Giuliana Sgrena, secuestrada en Bagdad.

Carteles de los periodistas secuestrados o desaparecidos en Irak en la plaza de la República de París.
Carteles de los periodistas secuestrados o desaparecidos en Irak en la plaza de la República de París.EPA
Donald Rumsfeld (izquierda) y Ayad Alaui, primer ministro iraquí, en Bagdad.
Donald Rumsfeld (izquierda) y Ayad Alaui, primer ministro iraquí, en Bagdad.EFE

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