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La OTAN y EE UU estudian un mando único en Afganistán

Los ministros aliados mantienen en Niza sus diferencias sobre Irak

La cada vez mayor implicación en la reconstrucción y pacificación de Afganistán y la discreta pero evidente reticencia a involucrarse en Irak son las dos caras de la moneda de la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica en la ciudad francesa de Niza. Los ministros de Defensa aliados debatieron ayer sobre la necesidad de crear un "mando unificado" en Afganistán entre la ISAF y las tropas de EE UU.

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El inminente despliegue en el oeste afgano de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF), dirigida por la OTAN, en el que España juega un importante papel, puso sobre la mesa la necesidad a medio plazo de establecer algún tipo de "mando unificado" con la llamada Operación Libertad Duradera, que bajo mando norteamericano lleva a cabo actividades antiterroristas en el país.

La coordinación deberá estar solucionada antes de finales de año, cuando la ISAF se extienda al sureste afgano, territorio talibán por excelencia, donde las unidades especiales norteamericanas se centran en operaciones contra los restos del antiguo régimen y de la red Al Qaeda. Jaap de Hoop Scheffer, secretario general de la OTAN, apuntó ayer el concepto de un futuro "mando unificado", cuidándose bien de insistir en que se tratará siempre de dos misiones diferentes. Fusionarlas plantea no sólo problemas jurídicos sino políticos. Washington no tiene ningún interés en que sus unidades especiales que trabajan en la lucha antiterrorista se sitúen bajo mando de la OTAN, volcada en tareas de reconstrucción. Los países europeos que formaron el frente contra la guerra de Irak, tampoco quieren verse identificados con la Operación Libertad Duradera.

Sin embargo, fue el comandante supremo de las fuerzas militares de la OTAN en Europa, el general norteamericano James J. Jones, quien planteó ayer la cuestión a los ministros de Defensa. Antes, el general francés Jean-Louis Py, comandante de la ISAF, insistió en que ambas misiones se coordinan e intercambian información, aunque reconoció que las fuerzas especiales norteamericanas pueden penetrar en zonas controladas por la ISAF, pero no a la inversa. "Esto tiene que cambiar", indicó. En los próximos meses el despliegue de la ISAF en Herat llevará consigo la retirada de las tropas estadounidenses. Una parte, sin embargo, permanecerán en Farah. Será entonces cuando soldados norteamericanos en Afganistán estén bajo mando de la OTAN.

La otra cara de la moneda de la reunión de Niza, es la de la implicación de la OTAN en Irak. La financiación de la operación, por ejemplo, no parece excesiva. La Alianza tan sólo ha recogido tres millones de euros para la formación de policías y militares. Por otro lado, al margen de las buenas palabras, de las promesas genéricas, e incluso de las concretas, como la hecha por el ministro de Defensa español, José Bono, para entrenar a tropas en labores de desminado, lo cierto es que los países que estuvieron contra la invasión siguen siendo muy reacios a involucrarse. Todos ellos, en cualquier caso, descartan pisar suelo iraquí, lo que ha supuesto que la OTAN no disponga en Bagdad más que de un centenar de instructores para formar oficiales del nuevo Ejército iraquí. "No estoy decepcionado, pero soy ambicioso", se limitó a decir el secretario general.

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Bono precisó que el centro de desminado de Hoyo de Manzanares (Madrid) acogerá "una o dos compañías" del Ejército iraquí y que los responsables militares españoles ya están listos para realizar esta labor. Francia, la anfitriona, ha propuesto establecer un centro de entrenamiento en Qatar, aunque no como parte de la misión de la OTAN sino como un proyecto bilateral con Bagdad.

Por otra parte, Bono explicó que España, Holanda y Dinamarca se sumaron ayer a la propuesta liderada por Washington y Londres para reducir en un 30% la estructura de mando de la OTAN. "El mejor modo que tiene la OTAN de conseguir la complicidad social es abandonar su discurso opaco, ahorrar en burocracia y reducir su coste económico", dijo el ministro. El papel de policía planetario que está asumiendo esta organización exigirá un nuevo sistema de financiación y una gestión más austera y eficaz.

El ministro de Defensa español, José Bono, junto a su homólogo turco, Mehmet Vecdi, ayer en Niza.
El ministro de Defensa español, José Bono, junto a su homólogo turco, Mehmet Vecdi, ayer en Niza.REUTERS

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