Medio Ambiente decidirá en mayo cómo desprenderse de los residuos tóxicos de Flix

La comisión de seguimiento creada para decidir una solución para las miles de toneladas de vertidos tóxicos y radiactivos sedimentados en el embalse de Flix (Ribera d'Ebre) decidió ayer adjudicar a la firma Getinsa-Geocisa por 3,6 millones de euros la redacción de un estudio para decidir si los vertidos quedarán confinados bajo un manto de hormigón o bien se retirarán. Este estudio deberá estar listo en mayo, y entonces será cuando el ministerio de Medio Ambiente se decantará por una de las dos vías.

Así lo explicó ayer el secretario general para el Territorio y la Biodiversidad, Antonio Serrano, que presidió una reunión de la mesa multisectorial que integra la comisión de seguimiento en la que el Ayuntamiento de Flix reiteró su voluntad de que los residuos tóxicos, vertidos al río Ebro durante décadas por la empresa Ercros, sean retirados y el río recupere su estado original. Ésta es también la opinión más extendida entre los científicos del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) que publicaron recientemente un análisis de estos vertidos, cifrándolos entre 200.000 y 360.000 toneladas acumuladas, al margen de los que históricamente habrían sido arrastrados por la corriente río abajo.

Pese a todo, Serrano señaló ayer que antes de decantarse por ninguna opción -retirar los vertidos es más costoso que confinarlos con hormigón- hay que estudiarlas todas con detalle. El ministerio espera poder optar a fondos europeos para subvencionar hasta el 80% las obras, que como muy pronto comenzarían a finales de este año y terminarían durante 2007. Sin embargo, Serrano aseguró que si estos fondos de Bruselas no llegan, el Estado asumirá el coste íntegro de los trabajos.