"Desde primaria se necesitan especialistas en matemáticas"

Vicente Bermejo lleva más de dos décadas investigando cómo aprenden matemáticas los alumnos y cómo deben enseñarse. Catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación en la Universidad Complutense, acaba de publicar el libro Cómo enseñar matemáticas para aprender mejor (Editorial CCS).

Pregunta. La idea central que estructura el libro es que "el protagonista del aula es el niño aprendiendo". ¿De qué manera esta afirmación supone un cambio en la forma de enfocar la enseñanza?

Repuesta. Tradicionalmente, el profesor ha sido el protagonista en el aula. Lo que propongo es que sea el niño aprendiendo, y que tanto el profesor como el colegio enseñen en función de ese niño. Es una especie de revolución: habría primero que ver cómo aprende el alumno para después adaptar la enseñanza a su desarrollo y aprendizaje.

"Primero hay que saber cómo aprende el niño para después adaptar la enseñanza"

P. ¿Desconoce la mayoría de los docentes este aprendizaje?

R. La formación del profesorado de infantil y primaria es insuficiente: no sabe cómo el niño aprende los contenidos matemáticos. Si lo supiera, su docencia se ajustaría a él. En función del nivel de competencia, el profesor debe enseñar una cosa u otra. La función del profesor es primero analizar, después, diagnosticar y, por último, intervenir.

P. ¿Cuál es la manera de saber cómo aprenden los alumnos?

R. Propongo que los profesores tengan una especie de perfil matemático de cada chico (que detalle exactamente su competencia) y que, a partir de ahí, adapte su enseñanza. Para eso, ya en primaria, y si me apuras en infantil, se necesita que los profesores de matemáticas sean especialistas. Creemos, erróneamente, que cualquiera puede enseñar a contar, pero para enseñar de modo eficaz se necesitan especialistas. A muchos chicos se les enseña un método de conteo mecánico, memorístico, y esto no es lo que se pretende. Es mejor que sea el niño el que vaya descubriendo por sí mismo los conceptos matemáticos y no que se limite a repetir, replicar o copiar lo que dice el profesor.

P. ¿A qué se debe el mal resultado obtenido por los alumnos españoles en matemáticas en el Informe Pisa 2003?

R. Pisa no ha sido una sorpresa. El problema es complejo. Hay que tener en cuenta muchos factores. Pero el más importante es la formación del profesorado, que no está siendo la adecuada.

P. Pisa reflejó que un alto porcentaje de alumnos españoles no sabía aplicar los conocimientos matemáticos a su vida diaria.

R. Los niños aprenden a repetir las matemáticas, pero no a utilizarlas. Una forma es conocerlas de forma memorística y otra saber aplicarlas, porque esto supone que las han asimilado y comprendido. Hay que evitar la esquizofrenia de muchos escolares que manejan dos tipo de matemáticas distintas: las de la escuela y las de las calle. Sólo existe una, es la misma.

P. Y ¿cómo se puede combatir esta esquizofrenia?

R. Se debe intervenir en cuatro ámbitos. Entre los estudiantes, cambiando su actitud negativa hacia las matemáticas y haciendo un perfil de cada uno sobre su nivel de competencia. Entre el profesorado, mejorando su formación. Sobre los contenidos, seleccionándolos para que sean próximos a los conocimientos que ya posee el niño y que estén relacionados con su realidad y secuenciados según su dificultad. Y, por último, hay que intervenir en el clima social del aula con el fin de que se dé un aprendizaje cooperativo, entre todos, con una intervención constante entre profesor y alumno. Los estudiantes deben ser en clase autónomos y activos en todo momento.