Circuit reafirma calidad y buen dibujo en la moda emergente
La segunda jornada del Circuit corroboró las mejores previsiones: el diseño llamado alternativo se asienta en valores que no desdeñan en lo absoluto calidad, los terminados y una oferta de moda coherente e insertada en el actual globalizado. Esto se extiende al discurso que vertebra el salón. El reciclaje está representado por cuatro núcleos escultóricos inspirados en César alrededor de cuatro pasarelas que alternan sus horarios. El resultado es impactante y claro. Su concepto parte del trabajo del diseñador brasileño Gilberto Santana, que tras 13 años en Nueva York dedicado a la instalación promocional de la moda, ha recalado en Cataluña hace dos: "Los bloques compactados de autos, juguetes, aluminio o los trajes-escultura de periódico son motivados por el reciclaje, pero llevados a un terreno de aplicación del diseño artístico, no de la utilidad inmediata. Es interesante llevar el diseño creativo no sólo a lo productivo, sino a la reflexión: el papel de Circuit está ahí".
Circuit, que se hace con 120.000 euros que se desgajan de los 7 millones con que se subvenciona anualmente la Barcelona Fashion Week (BFW), tuvo buenos desfiles en Pilar Ruiz, primero, y en Bambi, después: alta calidad, coherencia expositiva y sentido de colección. La primera presentó pantalones de raya inglesa con tirantes de jokeys, buenas blusas negras con volumen, estructuración cuidada que no elude patronajes complejos y un uso del brillo aplicado que refleja buen gusto y dominio de cierto lujo humorístico: piratas en denim y vaquero Capri con cristal, abrigos de lana prensada entre otros tejidos de fuerte impronta o textura.
Mitones de terciopelo
Bambi, con su aparente ternura e ingenuidad, esconde un nombre con voz propia: la diseñadora Laura Figueras, que de tímida no tiene nada. Sus mujeres son duras, firmes sobre sus altos tacones de terciopelo granate. Su gama es estrecha y está gobernada con severa puntada: gris medio con negro más azul noche. Sobre esa paleta conventual, un exquisito gusto por la síntesis donde se pueden destacar desde los ruedos irregulares a un aire de severidad muy del gusto nórdico. Sus trajes en dos planos que se superponen consiguiendo un solo mensaje de líneas definidas están conseguidos, lo mismo que las soluciones de escotes y sisas de gran abertura terminados en recogidos generosos; para ello usa desde la licra de seda al raso lencero, y lo adereza con mitones de terciopelo y cinturones anchos de falso charol: allí están presentes los años cuarenta y las heroínas neoyorquinas del cine en blanco y negro.
Antes, el desfile de Mercedes Gallego no convenció en su conjunto. Es verdad que se embarca con entusiasmo en la aventura warholiana de los años setenta, pero en resultado es irregular.
Cerraron Circuit dos primerizas, recién graduadas de sus estudios de moda, bajo el sello El Delgado Buil: Anna Figueras y Macarena Ramos, volcadas en las propuestas masculinas con un punto colorista y prometedor.
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