Israel promete liberar a 900 palestinos y salir de cinco ciudades de Cisjordania
Ariel Sharon anuncia gestos en vísperas de la cumbre con el presidente Mahmud Abbas
Israel se ha comprometido a retirar gradualmente las tropas de cinco ciudades de Cisjordania y a liberar a 900 presos palestinos, al tiempo que deja abierta la puerta a una declaración de cese de hostilidades. Estas decisiones suponen una respuesta positiva a las reivindicaciones de las milicias palestinas, que esperaban desde hace una semana un gesto de Israel para aprobar un alto el fuego en la Intifada. Todo parece indicar que Mahmud Abbas y Ariel Sharon podrán decretarde manera conjunta y solemnemente el armisticio el martes, en la cumbre de Sharm el Sheij.
El Comité Ministerial de Refle-xión Política, una plataforma gubernamental de reciente creación presidida por Ariel Sharon y en la que participan seis ministros, acordó ayer retirar las tropas israelíes de cinco ciudades de Cisjordania, empezando por la de Jericó y continuando con Tulkarem, Belén y Kalkilia, para finalizar con Ramala. El mismo comité aprobó la liberación de 900 presos palestinos en dos oleadas: la primera, de 500, poco después de la cumbre, y la segunda, unos meses más tarde.
Este comité no ha elaborado aún el calendario de la retirada ni la lista de los presos, pero ha establecido una serie de requisitos. El más importante, que ninguna de estas medidas se llevará a término antes de la cumbre del martes en Sharm el Sheij. Asimismo, los ministros han acordado que la retirada gradual de las ciudades se efectuará en intervalos de dos semanas y una vez los palestinos hayan presentado sus planes de seguridad. La liberación de presos está asimismo sometida a una serie de cortapisas. La más crítica, que ninguno de los liberados tendrá "las manos manchadas de sangre", lo que imposibilita la liberación de Marwan Barghuti, líder de la Intifada.
Estas decisiones no tienen carácter ejecutivo, sino que constituyen unos "acuerdos de principio" que deberán ser ratificados por dos instancias gubernamentales: el Gabinete de Seguridad y el Consejo de Ministros, que se celebrará el domingo. Aunque se da por sentado que ambas instancias ratificarán el acuerdo, no se descarta que pudieran efectuarse matizaciones relevantes.
Pese a todas estas cautelas, los acuerdos sobre la retirada de las ciudades y la libertad de los presos constituyen los gestos más generosos e importantes efectuados por Sharon hacia la Autoridad Nacional Palestina en los últimos dos años, desde que se firmara el 30 de abril en Aqaba la Hoja de Ruta, en la que se estableció un programa para poner fin a la Intifada. En aquella reunión se acordó la libertad de 350 presos y la retirada gradual de las tropas, empezando por Belén. En total, son unos 8.000 los presos palestinos en cárceles israelíes. El presidente palestino señaló ayer: "Esperamos que el primer grupo será enorme y que incluirá a prisioneros que han sido sentenciados a largas condenas".
Estos gestos de buena voluntad apuntados por el Comité de Reflexión israelí podrían incluir una declaración oficial de alto el fuego, según anunció ayer por radio el viceprimer ministro Simón Peres: "Espero que haya en esta cumbre una declaración de armisticio". La frase de Peres y el paquete de medidas militares y políticas israelíes nos son gratuitos; suponen una respuesta positiva a las reivindicaciones de las facciones y milicias de Gaza, que condicionan la tregua a 11 reivindicaciones entregadas la semana pasada a Mahmud Abbas.
Armisticio
El anuncio de estos compromisos hará posible que Sharon y Abbas efectúen el martes oficialmente una declaración de alto el fuego en la Intifada. La proclamación del armisticio contaría además con garantías internacionales, que están dispuestos a dar a los dos bandos Egipto, Jordania y Estados Unidos, y a los que se podría sumar más tarde Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas.
En medios políticos se asegura que los últimos flecos pendientes de esta operación de "resurrección del proceso de paz" se cerrarán a partir del domingo, cuando la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice -que visitará previamente durante su gira Londres, París, Berlín, Ankara, Varsovia, Roma, Luxemburgo y Bruselas-, llegue a Israel y a los territorios palestinos y se reúna con Ariel Sharon y Mahmud Abbas. Rice no viene con las manos vacías: aportará una ayuda extraordinaria de 350 millones de dólares para los palestinos y el nombramiento de un nuevo enviado especial de la Casa Blanca para la zona, con la misión de tutelar el proceso de pacificación.
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