Pekín intenta garantizarse en Moscú un incremento del suministro de petróleo

Rusia y China reforzarán su colaboración en el ámbito de la seguridad y establecerán para ello un mecanismo de consultas gubernamentales, según dijo ayer en Moscú el consejero de Estado chino, Tang Jiaxuan, durante una entrevista con el líder ruso, Vladímir Putin.

Se trata de la primera vez que China establece un mecanismo de ese tipo con otro país, señaló el alto funcionario, según el cual Pekín y Moscú tienen posiciones coincidentes en una amplia gama de temas internacionales. Además de planear unas maniobras conjuntas de gran envergadura para este año, ambos países quieren incrementar su cooperación en el campo de la energía, entendida como parte de su relación estratégica.

Rusia, que exportó algo más de cinco millones de toneladas de crudo a China en 2004, planea duplicar sus exportaciones en los próximos años, según el presidente de los ferrocarriles rusos, Guennadi Fadéyev. Para ello, y en tanto no se construye el oleoducto de Siberia Occidental, se necesita mejorar la infraestructura ferroviaria.

La red de oleoductos rusa se centra hoy en los mercados saturados de Europa Occidental, pero el 31 de diciembre pasado, tras dos años de indecisión, el Gobierno ruso puso fin a la pugna entre Japón y China por el trazado del futuro oleoducto y firmó un contrato que favorece a Japón, sin cerrarle las puertas a China. El oleoducto transiberiano, que tendrá una capacidad de 80 millones de toneladas anuales, irá desde la ciudad de Tayshet, en Siberia Oriental, al puerto de Najodka, en el mar del Japón. Esto permitirá a Rusia abastecer a un mayor número de clientes que si se hubiera decidido por la ruta directa a China.