Ibarretxe adelanta las elecciones vascas al 17 de abril y pide que esté Batasuna

Las elecciones vascas se adelantarán al 17 de abril, según anunció ayer el lehendakari, que reunió en consejo extraordinario a su Gobierno tras la derrota en el Congreso de los Diputados de su propuesta de nuevo Estatuto para Euskadi. Ibarretxe dijo que así cumple su compromiso de "dar la palabra al pueblo" tras el rechazo de las Cortes, para que se exprese "el clamor de la sociedad vasca". Su primera reclamación fue para "instar al Gobierno español" a que permita a Batasuna presentarse. A la oposición le pide que trabaje hasta la disolución de la Cámara, el 23 de febrero, para aprobar las leyes de igualdad y de suelo.

"Qué maravillosa oportunidad para avanzar, qué maravillosa oportunidad para decidir". Con esas palabras y otra afirmación solemne -"hoy tenemos más ilusión y más fuerza que ayer"-, Ibarretxe anunció el adelanto, en un mes escaso, de las elecciones autonómicas que debían celebrarse el 13 de mayo.

La Cámara quedará disuelta el día 23, lo que reduce a tres semanas su trabajo y pone en peligro la aprobación de varias importantes leyes. Ezker Batua (Izquierda Unida) sería el socio más perjudicado por ello porque en la promotora de la futura Ley del Suelo. No obstante, Ibarretxe invitó a la oposición a trabajar hasta el final para aprobar, sobre todo, la ley de Igualdad, y también, si fuera posible, la del Suelo. "Qué bonito sería que en el último pleno de esta legislatura pudiéramos aprobar la ley de Igualdad de hombres y mujeres", dijo.

Ibarretxe hizo una interpretación de esa convocatoria en términos de pronunciamiento de la sociedad vasca para "abrir las puertas de la negociación con el Estado", en lo que será probablemente uno de los mensajes centrales de su campaña como candidato de la coalición PNV-EA, ya acordada. El lehendakari estima que el presidente del Gobierno, pese a haberle lanzado "un guante" para una futura negociación, demostró que no la desea. "Trasladó un mensaje y votó exactamente lo contrario", declaró.

Esta precipitación de la convocatoria estaba ya en todas las previsiones desde que la temprana programación del pleno de las Cortes colocó al lehendakari ante dos meses de vacío por delante y como previsible reacción al rechazo de su proyecto. Ayer Ibarretxe dijo que cumplía su compromiso, reeditado el martes en su intervención, de "dar la palabra al pueblo". "Es preciso que se escuche el clamor de la sociedad vasca, que exige un proceso de negociación con el Estado".

El lehendakari afirmó que el martes se perdió "una excelente oportunidad histórica" y dijo que las Cortes dieron "un portazo", "despreciaron la mano que se tendió" y rechazaron "la voluntad mayoritaria de la sociedad vasca". "El 'no' de las Cortes al 'sí' del Parlamento vasco", afirmó, "es el mayor monumento a la existencia del conflicto vasco". "Hay que decirle al Estado, alto y claro, que tiene que dialogar, negociar y respetar la voluntad mayoritaria del Parlamento vasco", añadió. Según Ibarretxe, el "cauce central", el "punto de encuentro" posible entre todos los proyectos, está en "el derecho a decidir y la obligación de pactar" que defienden los grupos de su Gobierno, y que él mismo explicitó en el debate en el Congreso.

A juicio de Ibarretxe, que recuperó una terminología ya usada en las elecciones de 2001, "el PP y el PSOE, Zapatero y Rajoy" han vuelto a unirse en "el frente del no". "No han querido negociar y han negado el derecho del pueblo vasco a decidir su futuro", afirmó. Y una vez más animó a decirles a ambos "alto y claro" que "no van a ser ellos quienes decidan caprichosamente nuestro autogobierno".

El Gobierno vasco no trató, aseguró Ibarretxe, la convocatoria de una gran manifestación propuesta por los dos socios minoritarios del PNV en el Ejecutivo EA e EB-IU) para poner de relieve el desacuerdo social con la decisión de las Cortes. Ayer mismo la presidenta de EA, Begoña Errazti, se declaró partidaria de realizarla.

Ibarretxe se negó a efectuar ninguna precisión sobre el futuro que reserva a su proyecto, en el caso de que los resultados electorales le den la ocasión de volver a gobernar. No quiso responder a la pregunta de si lo pondrá o no en vigor pese al rechazo del Congreso y también eludió aclarar si convocará la anunciada consulta popular sobre él a lo largo de este mismo año. "No adelantemos acontecimientos", dijo, para a continuación sugerir que esa convocatoria será materia de programa electoral de los partidos de su Gobierno. "No es momento de adelantar desde el Gobierno lo que corresponde a los partidos políticos", justificó. Ibarretxe sí dejó claro que las elecciones no sustituyen a esa consulta.

Igualmente, eludió contestar con claridad la pregunta de si consideraría deslegitimadas las elecciones autonómicas si finalmente no puede presentarse Batasuna. "Lo que nosotros decimos es que sería bueno para la convivencia que pueda concurrir", se limitó a reiterar.