"De la dirección provincial de IU no espero nada bueno"

Tras unas semanas revueltas en el Ayuntamiento y en la política provincial, el alcalde de Sevilla cree que su coalición con IU es cada día "más fuerte". Alfredo Sánchez Monteseirín (La Rinconada, Sevilla, 1957), considera que el distanciamiento provincial entre PSOE e IU no afecta al gobierno municipal.

Pregunta. ¿Por qué hace su propuesta para rebajar la edad del voto a los 16 años?

Respuesta. Fue intuitivamente. Buscaba algún instrumento para introducir a los jóvenes en la participación y para que la democracia local prestara un gran servicio a la democracia general, como hizo en el año 1979. Llegó el momento de hacer propuestas al libro blanco para la nueva ley de base del régimen local y se me ocurrió hacer esa aportación. Me han dicho que de momento es la cuestión estrella. Muchos alcaldes seguimos demandando lo fundamental, que es la financiación, pero el debate político que más atención está centrando es éste.

"Estoy seguro de que mi propuesta del voto a los 16 años es muy bien vista por Zapatero"

"Una vez que le han apartado de las responsabilidades, el PP se ha tirado al monte"

"Los trabajadores que dimitieron no actuaron pensando que habían hecho algo malo"

P. Su partido ha recordado que habría que cambiar la Constitución y que este asunto no está entre las prioridades del Gobierno.

R. Tengo la complicidad del ministro del Interior, del ministro de Administraciones Públicas y podría seguir más arriba incluso. Eso sí, hay que estudiar los pros y los contras. Aunque cada día que pasa, hablando con educadores, sociólogos y personas del ámbito jurídico veo que hay mayor sintonía con mi propuesta.

P. Dice que tiene la complicidad de personas de "más arriba" que los ministros, ¿de quién?

R. De gente de la Ejecutiva Federal de mi partido, por ejemplo. Yo sé que esto está muy en línea con lo que José Luis Rodríguez Zapatero ha defendido siempre. La necesidad de contar con los jóvenes y de fomentar la participación ciudadana. Estoy seguro de que está siendo visto con muy buenos ojos por su parte.

P. Si no había irregularidades en las actuaciones de los dos cargos de confianza de su grupo municipal, ¿por qué dimitieron?

R. Por razones personales y quizás por razones estéticas. En ningún momento actuaron con conocimiento de haber hecho ninguna irregularidad. Pero llega un punto en el que ponen por encima de su interés personal el del partido y el Ayuntamiento.

P. ¿No hubiese sido mejor tomar esa decisión desde el principio y, si no, aguantar el chaparrón?

R. Dice con frecuencia José Luis Rodríguez Zapatero que las precipitaciones nunca son buenas y menos en política. Decidir primero y luego escuchar no sirve. Y eso es lo que hemos hecho. Los servicios municipales analizaron la situación y luego se puso en conocimiento del partido porque desde el punto de vista administrativo no hay irregularidad.

P. Después de conocer las cosas y escuchar, ¿cree que ésta era la mejor salida?

R. Es muy discutible. En cualquier momento se puede decir que si se han marchado es porque algo había y eso es dar un mensaje que no se corresponde con la realidad. A la inversa: se quedan, pero algunos pensarían que, para evitar el conflicto, aunque no haya nada relevante, por la estética de las cosas es mejor que se vayan. Es muy difícil acertar en este caso.

P. IU se ha atribuido las dimisiones, ¿qué hay de cierto?

R. La dimisión es una decisión que toman personalmente. Lo que sí es cierto es que todo esto lo hemos discutido porque con IU hay un diálogo permanente sobre todas las cosas.

P. ¿Pero ellos presionaron para que asumieran responsabilidades?

R. Ellos, igual que yo, lo que quisimos es que se aclararan las cosas para que no hubiera ninguna sombra de duda de que no era una actuación ilegal ni que dañara el funcionamiento de la ciudad. Pero fueron los dos trabajadores los que decidieron que no merecía la pena darle tantas vueltas a un asunto que no daba más de sí, salvo darle armas falaces a los que están en contra del PSOE e IU.

P. ¿Cuál ha sido el papel del secretario provincial del PSOE ? Él habló de "sombras municipales" y dijo que tras el caso de Los Bermejales y el asunto de los coordinadores no habría una tercera oportunidad para la crítica.

R. Pues no lo sé, la verdad. Yo he hablado mucho con el secretario provincial y no le pega ese tipo de frases. Está al tanto permanentemente de las cosas que ocurren en el Ayuntamiento como yo lo estoy de lo que ocurre en el partido. En muchas ocasiones es más el ruido que las nueces. Los medios de comunicación son a veces armas que las carga el diablo.

P. ¿Le habría gustado sentirse más acompañado por la dirección provincial en este asunto?

R. Me siento total y absolutamente acompañado en éste y en todos los temas por la dirección provincial, entre otras cosas porque formo parte de ella. Todos los que trabajamos en el Ayuntamiento estamos en plena sintonía con la dirección del partido.

P. Después del caso de Los Bermejales, ¿IU le ha subido el listón de exigencia como socio de gobierno?

R. No, no, IU siempre es muy exigente. Conmigo y con todos. Estamos funcionando bien porque nos decimos las cosas donde nos las tenemos que decir. Cada cual defiende sus posiciones. Hay muchísimo debate, pero al final siempre llegamos a unas conclusiones y las respetamos. Incluso a veces hemos acordado que no estábamos de acuerdo. Y no ha pasado nada. Es lo lógico, lo sorprendente es que antes no fuera así.

P. ¿El pacto está igual de fuerte que cuando se firmó?

R. Cada día más, porque está dando muy buenos resultados para la ciudad y eso motiva mucho. Si las cosas no salieran, todo el mundo dudaría del pacto pero cada día vamos a más.

P. ¿Teme alguna interferencia de la dirección provincial de IU, que ha pedido a su grupo municipal que esté alerta a la gestión del PSOE?

R. De la dirección provincial de IU no espero nada bueno. Pero tengo entendido que las cosas de IU dependen más bien de la dirección regional y eso me tranquiliza mucho como alcalde porque conozco desde hace mucho tiempo a unos y a otros. Me tranquiliza y sé que podemos seguir en esta dinámica de pensar en el bien de la mayoría de los ciudadanos y no en cuitas internas.

P. Sobre todo con la moción de censura de Camas, la dirección provincial de IU ha planteado que se revisen los pactos.

R. Sobre la moción de Camas tengo mi opinión pero no la voy a expresar. Fue una decisión que tomó la dirección del partido y yo estoy con la dirección. Que ese tipo de cosas puede influir en las relaciones a otros niveles entre el PSOE e IU, sin duda. Pero cada cual tenemos nuestro ámbito de responsabilidad y es bueno que cada uno siga a lo suyo y no opinando sobre lo que hacen unos y otros. Compartiendo, pero el que la lleva la entiende.

P. Pero ha sido también una forma de incumplir el pacto antitransfuguismo.

R. No me pida la opinión sobre algo que no está directamente bajo mi responsabilidad y mi competencia. El que la lleva la entiende.

P. ¿Ve un distanciamiento en la provincia entre IU y PSOE?

R. En la provincia he estado 20 años haciendo política, ahora lo mío es la ciudad. Tendré que estar muy atento para que cualquier decisión provincial o de otro nivel no añada dificultad al reto que supone gobernar una ciudad tan importante como ésta, pero no me pida que entre a analizar desde fuera un asunto del que no tengo responsabilidad directa. Si tuviera una cosa que decir, se la diría al que lleva el asunto.

P. ¿Por ahora no está afectando a la ciudad ese distanciamiento provincial?

R. En absoluto. Velamos para que estas cosas no interfieran y lo estamos consiguiendo. Hay incluso quien le reprocha eso a la gente de Izquierda Unida, que critiquen al PP en vez de criticarnos a nosotros.

P. Recientemente intervino en un pleno para pedir que baje la crispación en la política municipal.

R. Formamos parte de una situación general. El PP ha vuelto a una estrategia de encanallamiento de la vida política que le dio resultado años atrás. Una vez que los ciudadanos los han separado de las responsabilidades institucionales se han tirado al monte. Si antes era difícil ir contra la ola de crispación que se generaba en la propia ciudad como consecuencia de que el PSOE recuperó la alcaldía, ahora con este tsunami de la crispación que ha puesto en marcha el PP en toda España es muy difícil que Sevilla sea una isla. Es una ciudad muy importante, también para el PP. Aunque yo voy a seguir intentándolo.

P. Tras el congreso provincial del PSOE, ¿están yendo las cosas como usted pensaba?

R. Van como tienen que ir. Se está produciendo la integración progresiva de una inmensa mayoría de los compañeros que en su momento tuvieron una posición distinta a la que yo tuve. Me gustaría que esa integración fuera incluso más rápida. Tenemos mucha tarea por delante y cuanto antes dejemos de hablar de nosotros mismos, mejor.

P. El PSOE llegó al Gobierno central hace ya 10 meses, ¿es qué ha notado la ciudad el cambio?

R. Enormemente. Yo procuraba tener buena relación personal con los ministros anteriores. Llegábamos a acuerdos interesantes para la ciudad. La diferencia es que yo me encontraba antes desde Sevilla con un sabotaje político a todo lo que acordaba cualquier secretario de Estado. Y eso se ha convertido ahora en todo lo contrario, en un refuerzo permanente de mis posiciones. Es muy importante la empatía. Yo hablo cada día con un ministro para proyectos a corto, medio y largo plazo y eso antes era impensable.