¿La ocasión perdida?

La Junta de Andalucía, con su presidente Manuel Chaves al frente, ha liderado una vuelta de Cajasur al control de la Consejería de Economía sin cambiar prácticamente nada, la edad del presidente, ¡qué más dará! , y meter un poco más las narices en su interior, con ello ¿creerán de verdad que han hecho algo que se le debía restituir a esta comunidad autónoma? ¿O, quizá, se dan por contentos por cuestión del honor enmasillado o de salvar pruritos personales de algunos altos cargos en el pasado? O tal vez mostrar que se tiene poder para retirar a su actual presidente, ¡fuera el cura Castillejo! Estas cuestiones no deberían ser nada importantes frente a la gran cuestión de Cajasur que al entender de algunas personas, entre las que me encuentro, es el principio de la igualdad que se debería de exigir desde Andalucía al Gobierno central y que se equiparara, de una vez por todas, a las Cajas españolas y a su ley vigente. El querer salvar su singularidad con un convenio nos provoca a muchos andaluces sonrojo y vergüenza, pues es el sometimiento de nuestro orden constitucional económico a una salvedad eclesial del pasado y que el PSOE como partido de Gobierno en España y en Andalucía parecía haber puesto punto y final, muchas personas tememos que nuestro presidente Chaves haya intentado bloquear una iniciativa parlamentaria de cambio que el Gobierno del señor Rodríguez Zapatero hubiera podido impulsar y aprobar en la legislatura actual, aún deberemos de esperar; por ello, no es de extrañar que sigan moviéndose en el seno de Cajasur algún grupo que la conforman, ellos saben muy bien que la guerra no está aún librada en lo que se ha acordado en Andalucía, sino en lo que pudiera acontecer en el Parlamento nacional.