La mayoría del Poder Judicial afirma que las bodas gays abren camino a la "poligamia"
Aprobado por 11 votos a 9 un texto que dice que el legislador no puede "adulterar" el matrimonio
El pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó ayer por 11 votos a 9 un estudio jurídico que considera que el cambio legislativo proyectado por el Gobierno para ampliar el derecho al matrimonio a personas del mismo sexo "adultera" y "desnaturaliza" el matrimonio, institución a la que es consustancial la heterosexualidad de quienes lo contraen. La mayoría conservadora que votó el documento retiró la comparación de la boda gay con "la unión entre un hombre y un animal", pero mantuvo que la nueva ley abre el camino al "matrimonio poligámico".
El pleno del CGPJ no abordó ayer cuál será la virtualidad de un documento no solicitado por el Gobierno ni por las Cortes Generales. En cambio, el pleno del CGPJ fue informado ayer de una resolución del Congreso de los Diputados, que insta al Consejo a que se abstenga de "instrumentar políticamente sus funciones mediante valoraciones políticas e ideológicas, de manera que no se obstaculice la labor legislativa".
Sin embargo, aún después de la supresión de la referencia a la zoofilia, el texto elaborado por el magistrado José Luis Requero, miembro del Opus Dei y vocal propuesto por el PP -como los nueve vocales que lo apoyaron, más el presidente-, mantiene toda su carga ideológica en defensa del matrimonio heterosexual, como institución únicamente posible entre el hombre y la mujer y "no disponible por el legislador".
Límites al legislador
El documento dice así: "El matrimonio -como la familia- es una institución anterior a la Constitución, anterior al Estado y a las formas jurídicas que crea y regula, por lo que el Estado, desde su capacidad normativa, no puede adulterarlo". Y añade: "El legislador no puede adulterar una institución como el matrimonio. Si esas personas [los homosexuales] requieren por razones de seguridad jurídica propia, de terceros o, sin más, de justicia, una determinada regulación en derecho, la opción no puede consistir en desnaturalizar -pérdida de recognoscibilidad jurídica- una determinada institución que presenta unas características bien claras, perfiladas no sólo por el dato de su desarrollo en el tiempo, sino por su consustancialidad".
Ante el artículo 32 de la Constitución, que establece que "el hombre y la mujer tienen derecho a contraer matrimonio" y delega en el legislador la regulación de "las formas del matrimonio", el documento asegura que el legislador "no puede alterar el concepto mismo de matrimonio" y que "abrir el matrimonio a las personas homosexuales ofrece serias y muy fundadas dudas sobre la constitucionalidad".
El texto aprobado niega el "interés social" a los matrimonios gays, "en orden a garantizar la subsistencia de la sociedad, pue se trata de uniones estériles, incapaces de reproducirse". Y añade: "Además, la posibilidad de que personas homosexuales adopten, implica postergar el interés superior del menor (...) y supeditar ese interés a la necesidad de una minoría de que sus tendencias homosexuales sean homologadas".
El documento da gran relevancia a "la inidoneidad de las uniones homosexuales para proporcionar al niño adoptado un ambiente de humanización y socialización adecuado, lo que se justifica por la inestabilidad que caracteriza sociológicamente a las parejas homosexuales". Enrique López, portavoz del CGPJ, pidió al Gobierno que abra una reflexión sobre su ley.
Ante la voluntad legislativa de atender a los cambios sociales, el texto aprobado avisa de que "fundar la reforma en bases movedizas como la conciencia o la demanda social o un mal entendido sentido de la dignidad de la persona o de búsqueda de la igualdad, dejan a nuestro ordenamiento sin resortes ni bases jurídicas para rechazar modelos matrimoniales ajenos a nuestra cultura jurídica, que con entera facilidad acabarían por imponerse", y menciona expresamente el "matrimonio poligámico", no el poliándrico.
Requero pidió ayer disculpas por si alguien se había sentido ofendido por la referencia a los animales y en seguida lamentó que nadie le haya pedido perdón por decir el texto proviene de una mente "enferma o deformada".
En apoyo del texto intervinieron también Javier Laorden, que recordó los pocos países en que está reconocido el matrimonio entre homosexuales, y Adolfo Prego, que aseguró que el documento no ataca la orientación homosexual de los contrayentes, de modo que se mostró favorable a un matrimonio entre homosexuales, siempre que uno de ellos sea de sexo masculino y otro de sexo femenino.
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