El arqueólogo soriano César Gonzalo gana el certamen con la imagen de una mujer tunecina

El ganador César Gonzalo Cabrerizo se aficionó a la fotografía hace 10 años, cuando tenía 23. De profesión, Gonzalo es arqueólogo. Lleva ocho años en la empresa Arquetipo, que se dedica a excavaciones, prospecciones y estudios ambientales.

Hace tres años, en una de sus visitas de interés arqueológico, captó la imagen que le ha dado el triunfo. "No era un viaje de trabajo, sino de placer con unos amigos", recuerda. "Fuimos a Túnez y visitamos Cartago y otras ruinas arqueológicas del país, pero lo que realmente me impactó fue Kairuán. Es una ciudad poco turística, blanca y azul, donde la gente no está habituada a ver extranjeros. La mayoría se cubre el rostro". Hizo la fotografía con su cámara digital Sony DSC 707. "El regalo me viene perfecto, porque la cámara tiene ya cuatro años y se me empezaba a quedar vieja".

Además de la ganadora, mandó otra fotografía al concurso, un paisaje, también realista, de Granada. La primera estaba retocada con Corel Photopaint, el programa que utiliza en el trabajo. "Le quité la saturación y las curvas de color. La puse a mi gusto cuando vi que muchas de las fotos publicadas del concurso estaban retocadas. La de Granada la mandé tal cual".

Gonzalo, gran aficionado a la fotografía, quería mandar más imágenes, "pero como el concurso se solapó con la Navidad", al final sólo envió dos.

A lo largo de su vida, ha tomado miles de ellas y sobre cualquier cosa que le llame la atención: "Da igual que sea un paisaje o el detalle de una puerta. No sé decir cuantas habré tomado, pero en el disco duro de mi ordenador tengo 20 GB con fotos sin clasificar. El resto las tengo guardadas en discos. Además, desde que compré la cámara digital, todavía disparo más. Es una maravilla: más barata y cómoda, y ves el resultado al instante. Antes, tenías que esperar el revelado". Las que más le gustan las lleva a imprimir a una tienda, "ya que en casa", dice, " la impresora tampoco da para más".

Aficionado a todo tipo de deportes, Gonzalo Cabrerizo juega en un equipo de voleibol de Soria, al que además entrena. En sus horas libres también aprovecha para practicar el piragüismo y el barranquismo.

Internauta habitual, se declara lector compulsivo de Ciberp@ís. "Nunca falto a la cita de los jueves. Me gustan mucho la tecnología, la informática y los móviles. Evoluciona muy rápido. Es un mundo vertiginoso: si no estás al loro, te quedas atrás".

Saltando sobre el agua

Para elegir las cuatro finalistas, hubo más división de opiniones entre el jurado. De las 6.691 imágenes recibidas, casi el 14% más que el año anterior, se seleccionaron en primer lugar 300, que, en una segunda criba, se redujeron a 20. Finalmente, los tres miembros del jurado -Marisa Flórez, responsable de fotografía de EL PAÍS; Joan Sánchez, de la sección de Cataluña, y Antonio Espejo, de Ciberp@ís- decidieron los cuatro finalistas, sin preferen cias de una sobre otra.

De la aparente sencillez de la foto ganadora, al puro montaje, pero realizado con finura y gracia. Se trata de Pareja con Cíber encima del agua, obra del riojano Raúl Gironés Ortega, de 54 años, trabajador desde hace tiempo del periódico La Rioja.

La fotografía fue enviada el 6 de enero, incluso se publicó en Ciberp@ís en una de sus selecciones. La gracia de la pareja saltando sobre el agua tenía, sin embargo, el pequeño detalle de que la mujer llevara en la mano un ejemplar de Ciberp@ís.

Este detalle, a la hora del debate del jurado, no jugó en su favor, sino todo lo contrario. "Tomé la fotografía en un islote sobre el Ebro a su paso por Logroño", ciudad donde vive.

"La pareja la saqué de un libro de imágenes y aproveché el concurso para colocar en la mano de la mujer una portada de Ciberp@ís. Los reflejos en el agua los hice con el programa Photoshop".

Gironés Ortega conoce lo que era una linotipia. Lleva 40 años, desde los 14, en el diario de su ciudad. "Siempre me he dedicado a las artes gráficas. Empecé como cajista. Cogía los bloques de letras en plomo y las encajaba en la página. Después llegaron los primeros ordenadores y programas de tratamiento de imagen. El sector se ha transformado por completo. Hoy hago un poco de todo: publicidad, edición y también tratamiento de imágenes".