China alcanza un crecimiento económico del 9,5% en 2004 pese a las medidas contra el recalentamiento

La economía china creció un 9,5% el año pasado -el valor más alto de los últimos ocho años- a pesar de las medidas puestas en marcha por el Gobierno para evitar un recalentamiento y para mantener la inflación bajo control. El producto interior bruto (PIB) ascendió a 13,65 billones de yuanes (1,26 billones de euros), según informó la Oficina Nacional de Estadísticas.

La cifra supera con creces la previsión dada en marzo pasado por el presidente chino, Hu Jintao, quien aseguró que la actividad subiría un 7%. El pasado octubre, las autoridades ya advirtieron que superaría el 9%.

Li Deshui, director del organismo estadístico chino, dijo ayer que la aceleración del crecimiento producido en el cuarto trimestre del pasado año -un 9,5%, frente a un 9,1% en el tercero- se ha debido al fuerte aumento de los sectores agrícola, transporte y otros servicios, además de a la favorable evolución que han registrado las exportaciones.

Y explicó que "de no haber sido por los controles adoptados por el Gobierno, el crecimiento económico habría sido mayor y ahora existiría un serio problema de inflación". Li -uno de los 13 integrantes del comité de política monetaria del banco central- afirmó que este año aumentarán y mejorarán los controles macroeconómicos. El índice de precios al consumo fue del 3,9%, cuando en 2003 se situó en el 1,2%.

El banco de negocios Citigroup calificó el comportamiento de la economía de "muy rápido" y advirtió de que podrían ser necesarios nuevos ajustes de los tipos de interés. Pekín elevó los tipos el pasado octubre por primera vez en nueve años. En una decisión que causó sorpresa en los mercados internacionales, el Gobierno chino elevó el precio del dinero 0,27 puntos, hasta el 5,58%, con el objetivo de controlar las tensiones inflacionistas.

Resultados tangibles

Lehman Brothers, sin embargo, destacó ayer el hecho de que a pesar de la actividad en ebullición, el declive en la inversión y el aumento del consumo son signos positivos. La inversión en activos fijos creció un 25,8% el año pasado, frente a un 27,7% en 2003. Algunos analistas consideran que este valor es aún demasiado alto y que son necesarias más restricciones monetarias para evitar un sobrecalentamiento de la economía.

Li Deshui aseguró que China ha logrado resultados "tangibles" a la hora de cementar los controles macroeconómicos y poner freno a los factores "inestables y poco saludables" del desarrollo, pero reconoció que son necesarios controles adicionales, por ejemplo en el uso de la tierra y la concesión de créditos.

"Es realmente importante para nosotros impedir un rebote de la inversión en activos fijos", dijo. Pekín endureció el año pasado la política crediticia de los bancos, y limitó las inversiones en sectores candentes como el acero, el automóvil o el inmobiliario.

El directivo chino dijo que el crecimiento del PIB será este año "ligeramente inferior", aunque evitó dar una cifra, y añadió que la inflación rondará el 4%. Li recordó que la economía ha experimentado un incremento medio anual del 9,4% desde que Deng Xiaoping puso en marcha las reformas en 1978. Las autoridades se enfrentan ahora a la tarea de evitar que la locomotora china ni se desboque ni se pare.