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La A-8 supera por primera vez los 120.000 vehículos diarios a su paso por San Sebastián

Bidegi culpa a los conductores de poner en peligro la seguridad en las obras de la autopista

Mikel Ormazabal

La autopista A-8 (Bilbao-Behobia) soporta a diario el tránsito de 120.000 vehículos a su paso por San Sebastián. Es el tramo de la red de carreteras de Guipúzcoa que sufre, de largo, el mayor grado de congestión circulatoria. A esta gran intensidad se suman las molestias que generan las obras de construcción de los terceros carriles entre San Sebastián y la frontera. La sociedad foral Bidegi culpó ayer a los conductores de poner en peligro la seguridad de la autopista por circular a más velocidad de la permitida en los tramos que se encuentran en obras.

Circular por la variante de San Sebastián, inserta en la A-8, supone un auténtico infierno. Dos puntos de esta vía resultan especialmente complicados: los túneles de Intxaurrondo y Aiete, donde a diario transitan 109.771 y 106.499 vehículos, respectivamente, según los datos de 2003 ofrecidos ayer por Bidegi, la sociedad foral que gestiona las autopistas de Guipúzcoa. Su director general, Néstor Arana, informó de que el año pasado el tráficó aumentó una media de un 13,01% en esta vía, lo que supone rebasar en los puntos citados los 120.000 vehículos diarios.

Algo más de 25.000 vehículos circulan diariamente entre Zarautz y Vizcaya, de los que un 14% son pesados. El tráfico es más intenso en dirección a la frontera, donde se registran 39.793 desplazamientos (el 16,7% de ellos, camiones). El mayor grado de congestión se registra en el tramo San Sebastián-Pasaia, donde el tráfico se ha multiplicado por cinco en los últimos 23 años. La Diputación prevé paliar este problema de congestión con la construcción del segundo cinturón, un nuevo vial que conectará Aritzeta con Oiartzun atravesando Lasarte-Oria, Hernani y Astigarraga. Las obras comenzarán este verano, aseguró Arana, y concluirán en 2009 tras una inversión de 220 millones de euros. Esta circunvalación será de pago y podría absorber 36.000 vehículos de la actual variante donostiarra de la A-8.

A las dificultades que causa el alto grado de congestión circulatoria se suman ahora las molestias que están generando las obras de contrucción de los terceros carriles entre la capital guipuzcoana e Irún. En este sentido, Arana realizó un llamamiento a los conductores para que respeten las señalizaciones de limitación de la velocidad porque, aseguró, "muchos conductores no están respetando la obligación de reducir la velocidad a 80 kilómetros por hora y están poniendo en peligro la seguridad de la autopista". El límite de velocidad impide conducir a más de 80 kilómetros por hora en el tramo entre Oiartzun y Ventas de Irún, donde la calzada se ha estrechado al máximo para ejecutar las obras. Bidegi tiene previsto continuar con la ampliación de la autopista hasta llegar a Ermua y completar así todo el tramo guipuzcoano.

Las duras condiciones que presenta la A-8 para la circulación no se han traducido en un aumento de la accidentalidad, según Isaac Loiola, director general de Bidelan, la empresa que explota y conserva las autopistas en esta provincia. El año pasado se contabilizaron 1.365 siniestros en el tramo guipuzcoano de la A-8, en los que fallecieron cuatro personas y otras 144 resultaron heridas. En comparación con 2003, el índice de siniestralidad experimentó un ligero descenso. Ese año se registraron 669 accidentes, con 91 heridos y tres muertes entre junio (mes en que la autopista pasó a ser explotada por la Diputación) y diciembre.

En la autopista A-1 (Eibar-Vitoria), que está en servicio hasta Bergara, la intensidad media de tráfico asciende a 6.513 vehículos diarios, de los que un 12% son pesados.

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Para el presente ejercicio, Bidegi y Bidelan tienen previsto invertir 166,5 millones de euros (113,3 millones más que en 2004) en obras como el inicio del segundo cinturón de San Sebastián, los terceros carriles de la A-8 entre Orio y Aritzeta, el centro de control en el área de peaje de Zarautz y la construcción del tramo Mondragón-Eskoriatza de la A-1.

Peajes más rápidos

Entre las mejoras que se van a introducir este año, Arana citó la sustitución a partir de marzo del actual sistema de telepago por unas nuevas tarjetas que podrán ser utilizadas en otras autopistas del resto de España. Para poner en marcha este sistema, denominado ViaT, se han invertido 7,5 millones.

El telepago ha sido utilizado en el 27,74% de los 35 millones de tránsitos realizados hasta diciembre de 2004 en la A-8. En junio de 2003, cuando la autopìsta pasó a manos de la Administración foral, este modo de pago lo usaba el 17,5% de los automovilistas, informó Loiola. El pago en efectivo se mantiene estable en el 36% de los usuarios, mientras que el uso de la tarjeta de crédito ha descendido del 46% al 36%.

Todos los recursos humanos y materiales están en "alerta máxima" ante la ola de frío y en coordinación con la Dirección de Tráfico vasca. Arana afirmó que se cerrará el paso a los camiones si comienzan a quedar colapsados en Burgos.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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