Alcaldes y ediles de 223 ayuntamientos navarros han cobrado un sueldo por su dedicación municipal
El pago de salarios a todos los corporativos sólo se ha regulado por ley en la Comunidad Foral
Un total de 223 de los 272 ayuntamientos navarros se acogieron el pasado año a la ley foral que concede un sueldo a todos los alcaldes y concejales de la Comunidad foral. Navarra es la única comunidad autónoma española que ha regulado por ley el pago de un salario para todos los alcaldes y concejales que lo deseen. La norma fue aprobada en 2003 y el pasado año se acogieron a ella la mayoría de las entidades locales.
Aunque los municipios tienen de plazo hasta el próximo 5 de marzo para presentar la solicitud de percepción de las ayudas, son ya 223 los consistorios los que la han cumplimentado, según los datos provisionales del Departamento de Administración Local del Gobierno navarro. Todos ellos se repartirán un total de 2.439.863 euros. En los Presupuestos para este año están reservados para este concepto cuatro millones de euros y se han cambiado los criterios de reparto.
Al principio se establecieron unos baremos de retribuciones mínimas sobre los que el Ejecutivo foral aplicaba unos porcentajes en función de la población. Si el ayuntamiento deseaba recibir el dinero, el resto del salario debía comprometerse a pagarlo el propio municipio. Pero esa fórmula de copago inhibió a muchos pequeños ayuntamientos.
Ahora los Presupuestos de Navarra otorgan una cantidad fija para los ayuntamientos en función del número de concejales que tengan. Una vez los ayuntamientos tienen el dinero pueden decidir libremente cómo repartirlo. Todos los gastos (retribuciones de alcalde y concejales, asistencia a sesiones de trabajo, indemnizaciones por horas de dedicación y gastos derivados del ejercicio del cargo público) deben ser justificados convenientemente.
Navarra compensa así la dedicación al trabajo municipal de miles de ediles que viven de su profesión, pero comparten el tiempo entre ésta y su actividad pública.
La amenaza terrorista, que sigue vigente, fue otro de los factores que movió al Parlamento foral a dedicar recursos económicos para incentivar la dedicación de los representantes municipales.
