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Entrevista:CARLOS ALONSO ZALDÍVAR | Embajador en Cuba

"O dialogamos con Cuba o nos tiramos los trastos a la cabeza"

A la entrada de la residencia del embajador español en La Habana, Carlos Alonso Zaldívar, hay un retrato de José Luis Rodríguez Zapatero con una dedicatoria que dice: "Para Carlos y Fefa, con mi mejor afecto y mi confianza en vuestra tarea". La tarea, desde luego, se las trae: restablecer la normalidad en las relaciones hispano-cubanas y reabrir el diálogo entre La Habana y la Unión Europea, interrumpido en 2003 tras las sanciones diplomáticas adoptadas por Bruselas en represalia al encarcelamiento de 75 opositores al régimen de Fidel Castro. A raíz de la invitación a los disidentes a la celebración de las fiestas nacionales en las embajadas europeas, Cuba congeló los contactos con las misiones diplomáticas.

"España quiere ayudar a aliviar sufrimientos y dialogar con el Gobierno y la sociedad cubana"
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Desde su llegada a la isla, el pasado septiembre, Carlos Alonso Zaldívar ha trabajado para desbloquear esta situación y promover el diálogo en sustitución de la política de sanciones, lo que le ha valido no pocas críticas de la oposición y de algunos de sus colegas europeos opuestos a cualquier flexibilización.

P. Cuba acaba de liberar a siete disidentes y ha normalizado los vínculos con todas las embajadas. ¿Es lo que España estaba buscando?

R. El 12 de octubre de 2004 dije en público que España se proponía promover una revisión de las medidas aplicadas a Cuba por la UE en 2003 porque no eran efectivas. Tres meses después, Cuba normalizó las relaciones con todos los países de la UE. En este periodo, siete presos políticos, entre ellos Raúl Rivero, fueron excarcelados, y otros siete fueron liberados antes. Creo que los hechos permiten decir que la propuesta española se asentaba en la realidad y que ha producido resultados.

P. España apuesta por el diálogo como mejor vía para promover la democracia y los derechos humanos en la isla. Pero el Gobierno cubano ya ha dicho que no va a haber transición alguna, ni acepta que su país viole los derechos humanos. ¿No está condenado este diálogo de antemano?

R. No, no creo que esté condenado. Cierto que entre España y Cuba existen diferencias importantes en materia de derechos humanos. La cuestión es cómo administrar esas diferencias. Hay dos maneras de hacerlo. Una es convertir la diferencia en material arrojadizo y tirarnos los trastos a la cabeza. La otra es hacer de las diferencias motivo de un diálogo constructivo. Esta línea ha empezado ya a dar resultados positivos, aunque el Gobierno cubano diga lo que dice. Si el diálogo tiene presente, ¿por qué no va a tener futuro? Lo que no tiene presente ni futuro es la otra línea.

P. Algunos disidentes afirman que dejar de invitarlos a las embajadas es ceder a la presión del régimen y una señal de abandono a la oposición.

R. España ha hablado siempre con los cubanos que disienten de sus autoridades, sigue hablando con ellos y no dejará de hacerlo. Así pues, de abandono nada. Lo único que se ha abandonado es una política de invitaciones a las fiestas nacionales que ha sido contraproducente.

P. Para "reestructurar" los contactos con la oposición se propone la celebración de reuniones semestrales con los embajadores europeos. Pero ya algunos funcionarios han dicho que esto sería inadmisible para Cuba si se convierte en un show. ¿No estaremos a las puertas de otra crisis?

R. Ningún país serio utiliza su diplomacia para montar shows. Yo quiero hablar con la disidencia, interesarme por sus penalidades de hoy, por sus objetivos de mañana, preguntar a algunos si es verdad que quieren acabar con las empresas españolas en Cuba en caso de llegar al Gobierno. Desde el primer día les dije a las esposas de los presos políticos que si lo que más desean es que sus maridos salgan de la cárcel, para eso cuenten conmigo. Lo que España quiere es ayudar a aliviar sufrimientos y hablar con el Estado y con toda la sociedad cubana. Hacer que eso sea normal. Confío en que el Gobierno acepte que hablemos con la oposición y que la oposición entienda que hablemos con el Gobierno.

P. Cuba acusa a José María Aznar de haber arrastrado a la Unión Europea a una posición hostil al promover la Posición Común, que el actual Gobierno español asume. ¿Qué hacer para normalizar las relaciones bilaterales?

R. Las relaciones bilaterales se están normalizando ya. Creo que la política de derechos humanos se puede hacer de forma declaratoria o de forma práctica. Está bien predicar, pero las buenas políticas de derechos humanos son las que dan resultados. La Posición Común viene a expresar el deseo de Europa de que Cuba tenga una situación más abierta en términos de libertades públicas, de derechos humanos, que no haya prisioneros políticos, habla de mejorar las condiciones de vida de los cubanos. El Gobierno español está trabajando en todo esto.

P. ¿Qué papel, a su juicio, debe jugar España en Cuba?

R. España tiene con Cuba una relación que no es comparable a la que tiene con cualquier otro país del mundo. Todavía hoy el 70% de los cubanos tienen o tuvieron un abuelo español. En Cuba hay 30.000 españoles, otros 20.000 esperan el reconocimiento de la nacionalidad. En el Consulado se inscriben diariamente diez matrimonios entre españoles y cubanas o viceversa. Cuba es el tercer mercado de exportación de España en Latinoamérica. En Cuba invierten y trabajan Repsol, las cadenas hoteleras españolas, Altadis, Aguas de Barcelona, el Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, Caja Madrid y un centenar de medianas y pequeñas empresas. La Sociedad General de Autores y Editores gestiona los derechos de muchos creadores cubanos. Buena parte de los escritores cubanos publican en editoriales españolas. La coproducción de películas es intensa. En todas estas actividades la contraparte cubana son organismos estatales; es fácil comprender que el tono de las relaciones entre los Gobiernos les afecta. ¿Puede un Gobierno de España, sea el que sea, desentenderse de esto? Me parece que no.

P. Cuba es el único país latinoamericano que los Reyes no han visitado oficialmente ¿Se producirá esta visita bajo la presidencia de Rodríguez Zapatero?

R. No sé si se producirá, pero recordaría la frase evangélica "los últimos serán los primeros".

P. ¿Se reiniciará la cooperación? ¿Se va a hablar de la recuperación del Centro Cultural Español, clausurado por Cuba durante la última crisis?

R. De momento, vamos a relanzar la cooperación cultural intergubernamental que estaba interrumpida. El año 2005 permite una importante reentrada de la cooperación en torno al cuarto centenario del Quijote. Y en su momento plantearemos que el centro que canalizaba esta cooperación cultural gubernamental pueda de nuevo volver a desarrollar su actividad. La cooperación cultural entre España y Cuba es natural, y lo normal es resolver aquel episodio.

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