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Consell y oposición discrepan sobre la eficacia de la Agencia de Salud para modernizar la gestión

El nuevo organismo tendrá en breve bajo su control las 22 áreas sanitarias y sus hospitales

La Consejería de Sanidad y la oposición y los sindicatos discrepan sobre la función de la Agencia Valenciana de la Salud, que está previsto que entre en funcionamiento en breve plazo. Mientras la Generalitat sostiene que el nuevo organismo, que tendrá bajo su control las 22 áreas de salud y sus correspondientes hospitales y centros asistenciales, hará posible "una organización más moderna" de la asistencia sanitaria, la oposición y los sindicatos señalan el peligro de "mercantilización" que representa al equiparar la sanidad pública y privada.

Uno de los puntos que levanta más recelos es la posibilidad de gestión privada

La Agencia Valenciana de la Salud (AVS) echará a andar en breve. Una vez entre en funcionamiento, esta entidad autónoma, dependiente de la Consejería de Sanidad, tendrá bajo su control las 22 áreas sanitarias -recientemente se ampliaron las 20 anteriores con las zonas de Torrevieja y Vila-real- con sus respectivos hospitales, centros de salud y personal sanitario; además de buena parte de las direcciones generales. ¿A qué obedece este cambio en la consejería?

"Queríamos dotarnos de una organización más moderna en asistencia sanitaria", apunta el consejero de Sanidad, Vicente Rambla, a este diario. La AVS "será un organismo que agrupará todas las unidades asistenciales en una misma organización y que se encargará de su gestión ya sea elaborar los presupuestos, distribuirlos, fijar los objetivos, la gestión del personal o los pagos de productividad". "La suma de las 22 direcciones será la Agencia Valenciana de Salud".

La nueva organización de la consejería persigue unir la atención primaria -centros de salud- con la especializada -hospitalaria-. De esta forma, cada director de los 22 hospitales de referencia serán responsables de la población asignada a cada área de salud. "La directora de Sagunto, por ejemplo, además de ocuparse de la salud de las 138.000 personas de su área, tendrá bajo su control al responsable de enfermería, que será no sólo del hospital sino de primaria; al director económico, también del área; así como un responsable de primaria y otro del hospital". El objetivo es que el responsable de área pueda tener una mayor agilidad en la distribución de los recursos que tenga asignados y que sus decisiones de gestión no tengan que pasar por estamentos superiores con el consiguiente retraso.

"Durante los últimos años se ha invertido mucho en equipamiento, metodos de diagnóstico y tecnología, pero muy poco en gestión: tenemos la misma organización de hace 15 años", apunta el consejero, "la agencia es un instrumento para modernizar la gestión".

Uno de los puntos que levanta más recelos de los estatutos de la AVS es la referencia que hace a la posibilidad de llevarse a cabo "la gestión y administración de centros, servicios y establecimientos sanitarios" con medios públicos o privados. El consejero, mantiene su compromiso de mantener la financiación y asistencia "pública, universal y gratuita" y, respecto a la provisión de servicios, "la mejor que se pueda dar" de toda la oferta existente.

La oposición y los sindicatos ven en esta posibilidad un peligro para la sanidad pública. "Se equipara sanidad pública y privada", comenta la responsable de Sanidad del PSPV, Encarna Llinares, para quien la agencia es el último capítulo del proceso de privatización del sistema sanitario público que se asentó con la ley de Ordenación Sanitaria. "Se pone en un mismo nivel la asistencia pública y la privada", denuncia Llinares. "Una cosa es que se complementen las deficiencias del sistema público con el privado, y otra que se encuentren en igualdad de condiciones y que seamos todos los valencianos quienes las financiemos". Un ejemplo de esta situación es, para la responsable socialista, el hecho de que abiertamente se reconozca la posibilidad de ceder la gestión de hospitales o de los centros de salud a empresas a través de concesiones administrativas -el modelo Alzira-, pero también el diagnóstico -camino abierto con la privatización de las pruebas con resonancia magnética- y también el tratamiento -equipos de radioterapia privados en el hospital de Elche-. De esta forma, opina, la AVS consagra una fórmula gracias a la cual el sector privado entra de lleno en la prestación de servicios en todos los ámbitos, desde el hospitalario hasta diagnóstico o tratamientos.

Miguel Usó, responsable de sanidad de UGT, comparte esta visión. "Una cosa era el Servei Valencià de Salut [puesto en marcha por el PSPV], un organismo de gestión de recursos sanitarios públicos, al margen que concertara con el sector privado para cubrir necesidades. Pero otra cosa es la Agencia Valenciana de Salud, una entidad para la provisión de prestaciones sanitarias públicas y privadas que se convierte en un instrumento privatizar la sanidad pública".

El responsable de sanidad de Esquerra Unida, Alfred Botella, también considera que la agencia abre las puertas a la privatización de la sanidad pública. "Es un instrumento más de mercantilización de la sanidad, una vuelta más de rosca del PP en este camino marcada ya por la Ley de Ordenación Sanitaria que compromete la creación de la agencia". Botella destaca además que se ha reducido la representatividad de organizaciones sociales y cívicas en los órganos de representación sanitaria.

Para CC OO, tanto la agencia como la ley de Ordenación Sanitaria, que la ampara "cuestionan leyes que configuran el sistema sanitario actual" y "deja en una gran ambigüedad la máxima responsabilidad de la consejería de Sanidad en la planificación, definición y determinación de las prestaciones sanitarias, así como en la garantía de suficiencia presupuestaria". Además, "se aumenta la discrecionalidad" con la agencia "dejando la provisión y compra de servicios sometidas solo a las leyes de la oferta y la demanda".

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