Alemania exige que la financiación europea no supere el 1% del PIB nacional
Schröder muestra un "optimismo moderado" sobre la reforma del Pacto de Estabilidad
El canciller alemán, Gerhard Schröder, se mostró ayer inflexible en su postura sobre la financiación europea. Schröder aseguró que el acuerdo para el periodo 2007-2013 sólo será posible sobre la base del 1% del PIB, es decir, que los países no aporten más de esa cantidad para financiar el Presupuesto europeo. El anterior propuesto elevaba ese tope al 1,24%. Schröder coincidió con el primer ministro de Luxemburgo y presidente de turno de la Unión Europea, Jean-Claude Juncker, en la necesidad de reformar el Pacto de Estabilidad y expresaron un "optimismo moderado" sobre su reforma.
El encuentro de ambos dirigentes ayer en Berlín dejó clara la imposibilidad de llegar a un acuerdo sobre la financiación de la UE durante la presidencia de Luxemburgo, hasta el 30 de junio de este año. Juncker expuso un calendario que prevé una solución para comienzos de 2007. Schröder constató que las diferencias entre los países pagadores netos y la Comisión Europea "son grandes, muy grandes. Por eso no podemos pensar en lograr un acuerdo como sea. Si esto fuese posible, y para Alemania lo es sobre la base del 1% [del producto interior bruto, PIB], muy bien, pero no se puede tirar de la cuerda y presionar con expectativas sobre la presidencia de Luxemburgo", señaló.
En la actualidad, el presupuesto se financia con el 1,09% del PIB de los países, además de una aportación por IVA. La propuesta inicial para el periodo 2007-2013 elevaba al 1,24% el límite, pero los seis países más ricos, entre ellos Alemania, rechazan aportar más del 1%.
Respecto al Pacto de Estabilidad, que obliga a mantener el déficit público por debajo del 3% del PIB, Schröder repitió sus puntos de vista sobre la necesidad de una aplicación flexible y reclamó "un catálogo claro de criterios" para definir qué es déficit. Alemania lo incumplió en 2004 por tercer año consecutivo, al rebasar su déficit el 3%, y las perspectivas de que cumpla este año son poco halagüeñas. Las reformas del pacto, según Schröder, no tienen que conducir a "cambios en la normativa jurídica, aunque no quiero excluir esta posibilidad".
Juncker echó un cable a Schröder al reconocer también la necesidad de reformar el pacto y expuso que él mismo ha cambiado sus puntos de vista desde el momento en que participó en su formulación el año 1996. Expresó Juncker su acuerdo en que no se puede llegar a una "contabilización cicatera de determinados volúmenes de gasto" en la valoración de los presupuestos de un país y defendió a Schröder de las críticas del Banco Federal Alemán (Bubank) y del Banco Central Europeo (BCE).
Más crecimiento
Juncker y Schröder mostraron armonía y coincidencia en la necesidad de reformar el Pacto de Estabilidad en la cumbre europea que se celebrará en marzo. El canciller alemán repitió la letanía habitual, "se trata de reforzar la perspectiva de crecimiento del pacto", y expuso de forma menos estructurada sus exigencias. Sostiene Schröder: "Necesitamos más crecimiento en Europa desde el punto de partida de los acuerdos sobre la estrategia de Lisboa y de nuestra firme voluntad de elevar el gasto en investigación y desarrollo en esta década a un 3%, y esto tiene validez también para Alemania. Sólo una orientación hacia el crecimiento crea más empleo en Europa".
Insistió el canciller en la necesidad de tener en cuenta las consecuencias de la aplicación estricta del pacto. En este sentido, Juncker se pronunció a favor de "sacar el pacto de estabilidad de su trampa mecanicista" y expuso la necesidad de adaptarse a la coyuntura de cada momento, porque se requiere un examen permanente según las fases de estancamiento o de auge de la economía.
Repitió Schröder sus argumentos recientes: tener en cuenta los esfuerzos de los países por poner en orden sus sistemas de seguridad social y avanzar en las reformas estructurales. De forma abierta mencionó su país cuando se refirió a la necesidad de tener en cuenta para el déficit que "en especial Alemania contribuye de forma considerable a la financiación del presupuesto europeo con más de un 20% cada año".
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