El Gobierno podrá vetar fusiones por razones de "interés general"

El Gobierno va a reformar el sistema de defensa de la competencia de forma que un solo organismo gestione todas las decisiones, entre ellas las concentraciones de empresas. Pese a que ese órgano tendrá la última palabra en las fusiones, el Consejo de Ministros se reserva la posibilidad de vetar la decisión con "criterios de interés general distintos a la competencia, suficientemente motivados". Lo anunció ayer el secretario de Estado de Economía, David Vegara, que presentó, junto al vicepresidente y ministro de Economía, Pedro Solbes, el Libro Blanco de reforma de la defensa de la competencia.

Ese documento, un borrador de la futura ley que se aprobará el año próximo, no especifica qué se entiende por interés general ni en qué casos el Consejo de Ministros podrá intervenir. "Son propuestas relativamente abiertas", señaló Pedro Solbes, que podrán concretarse en el trámite parlamentario de la ley. El Gobierno se ha comprometido a enviar el proyecto al Parlamento antes de final de año.

El Libro Blanco establece la creación de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. Este órgano acabará con la actual bicefalia de este departamento, donde conviven el Servicio de Defensa de la Competencia, dependiente de Economía, y el Tribunal de Defensa de la Competencia.La compondrán un presidente y tres o cuatro consejeros nombrados por el Ejecutivo. La elección se realizará previa audiencia del Parlamento, pero sin necesidad de recoger sus sugerencias.

Entre las novedades destaca la introducción del mecanismo de clemencia, un sistema de reducción de sanciones previsto para las empresas que informen sobre la existencia de carteles. Este sistema ya lo aplica la Comisión Europea.

Economía pretende reformar el sistema de ayudas públicas con una revisión de ese concepto. También dividirá las infracciones en muy graves, graves y leves, y revisar al alza las multas de cuantía fija.