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Barcelona gastará 95 millones de euros para mejorar 390 calles en dos años

La contrata representa un incremento del 40% respecto a la anterior

Blanca Cia

Luces, semáforos, pasos de peatones, señalización, bancos, aceras... Todo lo que forma parte del espacio público de la ciudad será sometido a lo que el portavoz del gobierno municipal, Ferran Mascarell, definió como un lifting: un plan de mejora integral que se aplicará en 390 calles de la ciudad en los próximos dos años. La contrata es de unos 95 millones de euros, el 40% más de lo invertido por el consistorio en la anterior.

El incremento va en la línea de invertir más en las actuaciones que repercuten en la vida cotidiana del ciudadano, una vez que el equipo de gobierno da por zanjados los grandes proyectos e inversiones urbanísticas.

Pese a que los trabajos tendrán su impacto, los responsables municipales de mantenimiento subrayaron que los equipos trabajarán de forma coordinada para evitar en todo lo posible las molestias de las obras. Es decir, en las calles que se tengan que reformar -cambio de semáforos, señalización, mobiliario urbano, sustitución de vados- los trabajos se realizarán de forma simultánea.

El plan de mejora tiene dos grandes capítulos. El de iluminación y semáforos, y el de vialidad. Al primero se destinarán 42 millones de euros para sustituir el material obsoleto, mejorar las instalaciones semafóricas de 250 cruces e implantar progresivamente lámparas de sodio, de menor consumo energético.

Uno de los objetivos es eliminar obstáculos de las aceras, por lo que se extenderá por toda la ciudad el modelo ensayado en algunas calles, con soportes que integran los semáforos y otro tipo de señales o indicadores. A vialidad se destinan los otros 52 millones de euros y el grueso de la actuación será la pavimentación de calzadas, mejora de aceras y mobiliario urbano.

Otra partida es la de conservación y mantenimiento de pavimento, en la que se incluyen 21 millones de euros a renovar 11 millones de metros cuadrados de asfalto con material sonorreductor.

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El plan de mejora del espacio público fue uno de los principales acuerdos de la comisión de gobierno de ayer, celebrada en Ciutat Vella, donde el alcalde, Joan Clos, ha estado desde el lunes. Precisamente, el distrito de Ciutat Vella es uno de los que presentan un acusado desgaste del espacio público.Según los cálculos del consistorio, por las calles del corazón de la ciudad- que ocupan un radio de cuatro kilómetros cuadrados- pasan cada día una media de 400.000 personas. Unos 120.000 son residentes, a los que hay que sumar las personas que se desplazan a diario para trabajar o realizar gestiones y la avalancha de visitantes. En Ciutat Vella hay actualmente 35.000 camas hoteleras y el ritmo de concesión de licencias de los últimos años ha sido de 18 o 19 anuales. Esas licencias dejarán de concederse durante un tiempo con el nuevo plan de usos.

"Esto da como resultado que las calles del distrito central soporten un terrible desgaste", resumía Clos en la Illa Robadors, que ya ha empezado a ejecutar su reforma por el subsuelo. Bajo tierra se construirá la mayor central de recogida neumática de basura de la ciudad. La red de conducciones tendrá prácticamente siete kilómetros y unos 50 buzones de recogida. Las obras de toda la infraestructura, que supondrán una inversión de 10 millones de euros, empezarán el mes próximo y acabarán en septiembre de 2006.

El alcalde dio un paseo por las calles centrales del Raval y reconoció que, debido a la alta ocupación del espacio público, sobre todo de noche, se producen comportamientos incívicos. En el recorrido por la calle de Robadors, algunos vecinos le invitaron a visitar la zona de noche y otros, más directos, le pidieron ayuda a gritos: "¡Alcalde, dame 5.000 duros!", espetó una joven al paso de la comitiva, que causó cierta sorpresa a algunas de las prostitutas del lugar. Clos tuvo la oportunidad de ver directamente cómo unos jóvenes consumían crack bajo un parapeto de cartones en la plaza de la Gardunya y la venta irregular de ropa en el suelo de la misma plaza.

Y siguiendo con la política de intentar descongestionar el espacio público de "artefactos", Clos se refirió a que ahora el siguiente paso será poner coto a las motocicletas. "La peatonalización progresiva de calles y la restricción del tráfico de vehículos en parte del distrito han dado por resultado el incremento de motocicletas que ocupan buena parte de las calzadas y las aceras", comentó, tras lo cual anunció que una de las medidas será la construcción de aparcamientos exclusivos para motocicletas y apuntó que podrían situarse en el perímetro del distrito. El regidor del distrito, Carles Martí, precisó que no se trata de evitar el tráfico de motocicletas, sino de soterrar los aparcamientos de esos vehículos.

La comisión de gobierno también aprobó algunas de las actuaciones previstas en el proyecto de mejora de Santa Caterina, que cuenta con la subvención de la Generalitat. En concreto se aprobó la construcción de una escuela de adultos en la Barceloneta (la existente desapareció hace dos años) , la urbanización y prolongación de la avenida de Francesc Cambó y la construcción de una residencia para la tercera edad en el Casc Antic y de una residencia de estudiantes de la escuela de pastelería de Tantarantana.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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