Las obras para reparar los bloques durarán más de cuatro meses
Los vecinos de los dos edificios afectados por la explosión de gas del pasado miércoles, los de los números 55 y 57 de la calle de Valencia, en Getafe, tardarán como mínimo cuatro meses en volver a sus hogares, según explicó ayer el alcalde de la ciudad, Pedro Crespo (PSOE). Éste explicó que ya está en su poder el informe de los servicios municipales, que han dictaminado que la estructura aguantó muy bien la embestida de la deflagración, que tuvo una onda expansiva inusual, pues fue vertical en lugar de horizontal.
Por eso, los técnicos del Ayuntamiento han descartado la opción de demoler el edificio, pero ofrecen dos posibles soluciones. La primera es una solución parcial que consiste en reforzar la estructura en la parte más dañada de los dos edificios, que corresponde justamente con el lugar donde estaba el piso donde ocurrió la explosión y el contiguo. Luego se pasaría a arreglar el resto de los dos bloques. La segunda opción es limpiar toda la estructura, es decir, dejarla sin los muros y, a partir de hay, reconstruir los edificios. Esta opción, en cambio, se alargará aún más en el tiempo.
El alcalde de Getafe explicó también que el dictamen de los arquitectos municipales deberá ahora cruzarse con el peritaje que han hecho las compañías aseguradoras y el dictamen que han realizado los bomberos de la Comunidad de Madrid sobre la estructura del edificio. En función de lo que determinen los tres se tomará una decisión.
Como las 42 familias de los edificios tardarán todavía varios meses en poder regresar a sus casas, el Ayuntamiento va a mantener las opciones de alojamiento que ayer se pusieron en marcha. "También seguirá abierto el centro cívico Juan de la Cierva. Todo el dispositivo se mantiene", aseguró el alcalde, junto con el punto de información en el Ayuntamiento con un equipo formado por un psicólogo, un médico y un asesor jurídico.
Cola ante los dos bloques
Los vecinos de los números 57 y 55 hicieron ayer cola ante el portal de su casa para entrar, acompañados por los bomberos, a recoger sus enseres personales. Muchos llevaban bolsas de deporte y maletas vacías que luego llenaban en el interior. Se pudo ver a algún bombero ayudando a cargar las bolsas y sacando perchas con trajes del número 57. El día anterior habían podido pasar a recoger los objetos más elementales, como la documentación. Ayer pudieron llevarse un equipaje más grande. También una mujer salió con la jaula de su pájaro. Los bomberos comentaron el jueves que habían rescatado dos gatos del interior. Uno de ellos se abalanzó, agresivo, sobre el que trataba de sacarlo del lugar.
Aunque las partes más afectadas de los bloques habían sido previamente apuntaladas, Protección Civil llevó al lugar una UVI móvil por si había algún accidente al entrar los vecinos en los inmuebles siniestrados.
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