Nace en Japón la nueva generación de consolas portátiles

La guerra de consolas se traslada en esta ocasión a las portátiles. Por un lado, Sony ha irrumpido por primera vez en el mundo de las consolas de bolsillos y, por el otro, Nintendo ha lanzado su nueva apuesta en un sector cuyas ventas domina con más del 90% de cuota gracias a su Game Boy.

Sólo 200.000 unidades de PSP, la nueva consola portátil de Sony, estaban disponibles el día de su lanzamiento en Japón y en pocos días se vendieron 172.000. Una semana antes Nintendo había puesto a la venta su Nintendo DS, y parece ser que ha arrasado en las tiendas Estados Unidos.

Por un precio de 19.800 yenes (unos 145,5 euros), PSP ofrece una potente máquina con pantalla panorámica de 4,3 pulgadas y un procesador a 333 MHz con lector UMD. Mientras, Nintendo DS, como las iniciales de su nombre indican (Dual Screen), tiene dos pantallas, una de ellas táctil con posibilidades para chatear, conexión inalámbrica y reconocimiento de voz. El precio de Nintendo DS es de 150 dólares, unos 120 euros, algo más de lo que cuesta una Game Boy Advance SP.

El número de consolas PSP puestas a la venta en Japón no han sido suficientes para cubrir la demanda, lo que ha provocado que su valor de importación haya alcanzado precios astronómicos, hasta 600 o 800 euros en alguna tienda en Internet. Ebay y otras páginas de subastas virtuales se sumaron a esta tendencia especuladora.

PSP llegará a Europa durante el primer trimestre de 2005. El precio de la consola en Occidente ha sido sometido a numerosas especulaciones pero Sony no ha hecho ninguna manifestación oficial al respecto, por lo que no se sabe con seguridad cuál será su precio definitivo el día del lanzamiento.

Mientras tanto su gran rival, la consola Nintendo DS, ha vendido 700.000 unidades en Japón y otras tantas en Estados Unidos. Su previsión hasta finales de año es poner en circulación 2,8 millones de consolas y alcanzar los 5 millones en marzo de 2006.