Un río dorado para Central Park
Christo instala en Nueva York 7.500 puertas unidas por una tela color azafrán
El Central Park de Nueva York, decorado con una tela de color azafrán. Es el nuevo proyecto artístico de Christo y de su esposa, Jeanne-Claude, que la semana pasada comenzaron a dar forma al inmenso montaje bautizado como The Gates (Las puertas). Serán en total 7.500 puertas alineadas una detrás de la otra, que se extenderán a lo largo de los 37 kilómetros de caminos que tejen el parque neoyorquino, en el centro de Manhattan, formando un río visual de color dorado.
Nunca antes se había intentado algo similar en la ciudad de los rascacielos, "al menos desde que el parque central fuera diseñado en 1857", como se observa en The New York Times. Aunque el propio Christo, que se dio a conocer cubriendo el Reichstag de Berlín o el Pont Neuf de París, reconoce que no sabe cómo saldrá el proyecto hasta que esté completado el mes que viene y si le encantará a la gente o terminará por odiarlo.
El artista financia el montaje con la venta de dibujos. La ciudad no pone un céntimo y espera atraer turistas
El mayor obstáculo para hacer realidad el montaje ha sido conseguir los permisos. Y ya con todo en regla, bajo la supervisión de su creador, un grupo formado por un centenar de trabajadores muy particulares -músicos, actores y los operadores de las máquinas- se puso manos a la obra hace justo una semana para colocar miles de bases de acero sobre las que se levantarán las piezas de un proyecto que nació hace un cuarto de siglo.
Las 7.500 puertas que integrarán la obra tendrán una altura de cinco metros y desde lo más alto penderán grandes trozos de tela de color azafrán. Se trata de crear, asegura el artista, un río dorado que aparece y desaparece entre los árboles y resalta el contorno de los senderos. Por eso escogió un color cálido, para que hiciera contraste con el gris que domina el parque en el duro invierno neoyorquino.
Las puertas de acero y tela se extenderán así a lo largo de 37 kilómetros por los paseos del parque, entre las calles 59 y 110, desde el oeste hacia el este del mismo. "Creamos trabajos para dar belleza; no creamos mensajes ni símbolos, creamos arte", insistía la esposa del artista, que también es su colaboradora. Christo, que tiene su propio estudio en el SoHo, declara por su parte que el valor de la obra está precisamente en que "no permanece".
El concepto original del proyecto tuvo que ser modificado considerablemente para atender los requisitos del departamento de parques de la ciudad, que en 1981 ya negó al artista el permiso para levantar la obra por los agujeros que debía hacer en el suelo y el impacto sobre los pájaros. El coste del proyecto se calcula en 21 millones de dólares (algo más de 16 millones de euros) y el metal que se utilizará equivale a una tercera parte del que se empleó para construir la Torre Eiffel. Jeanne-Claude explicó que podrán financiar de su bolsillo el montaje -materiales, mano de obra, instalación y seguridad- e insiste en que no aceptarán ningún patrocinador. Y por eso, el artista está dedicado en exclusiva a realizar dibujos del proyecto, que después serán vendidos a museos o coleccionistas.
"Una vez que The Gates esté terminada, Christo dejará de dibujar", declaró Jeanne-Claude en una entrevista con The Times. Por los dibujos de The Gates se están pagando el equivalente a 450.000 euros, dijo Jeanne-Claude. La inauguración está prevista para el 12 de febrero. El montaje se mantendrá durante 15 días. El Metropolitan Museum tiene previsto abrir su tejado a los visitantes para que puedan admirar desde lo más alto el río visual de tela dorada.
Nueva York, que no pone un solo centavo en The Gates, espera atraer a miles de amantes de las obras de Christo. El Ayuntamiento neoyorquino calcula que el proyecto aportará a la ciudad ingresos de 80 millones de dólares (más de 61 millones de euros).
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.