Tráfico considera "muy peligrosos" 44 tramos de la red viaria vasca

La Dirección de Tráfico del Gobierno tiene calificados de "peligrosidad muy alta" un total de 44 tramos en el País Vasco. Más de la mitad están ubicados en Vizcaya, sobre todo en su área metropolitana. Un informe de esta dirección, dependiente de la consejería de Interior, indica que en el tramo del puente de Rontegi, en Vizcaya, ha habido 29 muertos entre los años 2002 y 2003. Tráfico tiene censados desde hace cinco años un total de 430 puntos de concentración de accidentes, en los que desde 1999 hasta 2003 se produjeron casi 9.500 accidentes con víctimas.

El estudio elaborado por la Dirección de Tráfico, referido a la siniestralidad entre 1999 y 2003, dedica un capítulo a los puntos negros en las carreteras vascas, lo que ha evidenciado, según su análisis, que uno de los motivos importantes de los accidentes se debe a la carretera y el punto concreto del tramo en el que se circula.

Para la determinación de estos tramos peligrosos, Tráfico ha tenido en cuenta que al menos se hayan registrado diez o más accidentes con víctimas en los últimos cinco años y posteriormente, según el tránsito de vehículos en cada una de las zonas, haya habido entre tres y nueve siniestros mortales en los dos últimos años.

Con ello, el informe ha contabilizado 430 puntos negros en las carreteras del País Vasco en ese periodo de cinco años, en los que se produjeron 9.463 accidentes con víctimas. Esta cifra supone la mitad de todos los siniestros mortales en ese lustro.

Tráfico resalta que este casi medio centenar de tramos peligrosos sólo representan el 16,3% del total de kilómetros de la red viaria vasca, lo que le lleva a concluir que una "característica importante de la accidentalidad en las carreteras vascas es la fuerte concentración".

El estudio diferencia los 430 tramos en cinco niveles de peligrosidad: muy baja, baja, media, alta y muy alta. En esta última encuadra a 44 puntos, de los que 24 se ubican en Vizcaya, 16 en Guipúzcoa y cuatro en Álava.

El tramo más peligroso está en la GI-3631 entre Artikutza y Oiartzun, debido a los 25 accidentes registrados entre 1999 y 2003 en un vial con sólo una Intensidad media diaria (IMD) de 265 vehículos. Tras él se ubican la BI-2704, entre Asua y Plentzia, con 65 siniestros en un tramo donde pasan a diario una media de 5.500 vehículos; y la BI-2701, al lado de Sopuerta, con 31 accidentes para un vial con 2.800 de IMD. En Vizcaya, otros puntos negros se localizan en las carreteras que unen Muskiz y La Arena, Barakaldo y Trapagaran, los accesos al Puerto de Bilbao por Zierbena o las carreteras nacionales hacia Santander y entre Cruces y Erletxes por el puente de Rontegi.

Menos siniestros en 2004

En Guipúzcoa, Tráfico califica de zonas con elevada peligrosidad la GI-2630, entre Urretxu y Bergara, con 57 accidentes en el periodo analizado, y la GI-2134 que une Oiartzun y Hondarribia, donde se han contabilizado 105 siniestros. A ellas se unen los 140 accidentes entre 1999 y 2003 en la N-638, el acceso al aeropuerto de Hondarribia, aunque sin ningún fallecido y sólo con seis heridos graves.

En Álava, los cuatro tramos con muy alta peligrosidad son la A-2134 entre Escalamendi y Arkaute, la A-624 que une Altube y Balmaseda, la A-132 entre Vitoria y Lumbier y la A-625 que conecta Orduña con Bilbao. El número de accidentes en todas ellas es sensiblemente inferior a los de Guipúzcoa y Vizcaya, al oscilar entre los 20 y los 32 en ese mismo periodo.

El informe señala que la siniestralidad entre 1999 y 2003 se redujo en un 16% y que el pasado año la disminución fue espectacular (de un 43,6%), según los últimos datos de Tráfico. En 2004, un total de 97 personas perdieron la vida en los 87 accidentes mortales, frente a los 172 fallecidos en los 144 siniestros con víctimas registrados en 2003. La última parte del año ha sido especialmente positiva, dado que hasta agosto el número de fallecidos había bajado un 28%.

Interior ha atribuido los buenos resultados -los mejores en toda España, donde la disminución media ha sido de un 12,7%- al Plan Estratégico de Seguridad Vial 2003-2006, que incluye campañas de concienciación a favor del uso del cinturón de seguridad y el casco y contra el exceso de velocidad. A esta explicación ha unido la ausencia de sentencias contrarias a sanciones por el exceso de velocidad detectado en los radares, el aumento de los controles de alcoholemia y la llegada del carné por puntos.