Sagunto estrena un programa integral contra el absentismo escolar
"Las causas del absentismo escolar se encuentran en el menor, la familia, la propia escuela y el entorno social", concluye un estudio del Ayuntamiento de Sagunto que sirve de base para implantar un programa integral contra el absentismo escolar entre los 12 y los 16 años en los seis institutos públicos, con más de tres mil alumnos de 96 nacionalidades. El convenio implica por primera vez a educadores, pedagogos, padres y policía local. "Estamos dispuestos a llevar a los juzgados a los padres de los niños que practican habitualmente el absenstismo", afirma la alcaldesa Gloria Calero.
El convenio marco -que regirá la aplicación del Programa de Absentismo Escolar Municipal (PAEM)- está considerado "pionero" entre las iniciativas de la red de ciudades educadoras porque por vez primera implica de manera conjunta a todos los agentes sociales y educativos. "Vamos a empezar a recabar datos en todos los centros educativos para luchar contra esta lacra social, uniendo esfuerzos para aumentar la efectividad", indica la alcaldesa, que precisa que el equipo de Gobierno municipal lleva "más de un año y medio trabajando" en este proyecto "que considera la educación como motor de desarrollo".
"Éste es un tema muy complejo, en el que por primera vez un equipo de Gobierno pasa de la palabra a la acción, para abordarlo en serio", afirma Calero en entrevista, mientras ratifica la importancia de "implicar a las familias", sobre todo a las más desestructuradas, en la educación de sus hijos. Bajo esta óptica, los "objetivos específicos" del PAEM se dirigen a lo que se consideran los "cuatro pilares fundamentales de cualquier intervención", con el fin de abordar de forma "integral" el problema del absentismo escolar:
- Policía de barrio. Una de las novedades del PAEM reside en la función innovadora que atribuye a la policía local de barrio. Un cuerpo que -según, explica la alcaldesa- "ha pasado en un año de 79 agentes a 103", y en este momento "están a punto de incorporarse otros 10 agentes, para llegar a la cifra de 200 el próximo año". Se trata, sostiene Calero, de que "la policía de barrio, que es la que mejor puede conocer a los adolescentes que en horario escolar están vagando por las calles o metidos en cualquier bar, sea la que pregunte, acompañe y, en caso de que el menor se resista, lo lleve a su casa".
El paso previo, pues, consiste en que la familia se implique de verdad. Se trata, dice, de una apuesta por el "fomento de la participación de toda la comunidad en el sistema educativo" tanto para "combatir el absentismo" como para "fomentar el respaldo social al proceso educativo docente que llevan a cabo los centros".
- Respecto a la Familia. El programa busca conocer las caracteríticas socio-familiares que dificultan la regularización de la escolarización del alumnado, mediante la recogida de información a través de los protocolos de actuación previstos por el convenio marco. Se trata de "prevenir" y "concienciar a las familias" sobre la importancia de la educación del menor, propiciando el acercamiento y participación en la escuela. Para ello,dispondrán de un "tutor" que, de acuerdo con la jefatura de estudios, el equipo directivo y docente y los SPE (psicopedagogos) , valorará "los factores adecuados para su integración", intentando lograr un "copromiso de vínculo de la familia".
- Respecto al Menor. La actuación consiste en favorecer su integración en el centro educativo, así como en su entorno. Mejorar su autoestima, rendimiento, habilidades sociales, reducción de las conductas de riesgo e incluso en casos "concretos" el conocimiento y el tratamiento de la higiene y su propia salud. Se trata, en resumen, de "interiorizar hábitos y actitudes que le permitan su incorporación social progresiva la vertiente social, de convivencia y laboral".
- Respecto a la Escuela. El equipo directivo y docente será el encargado de difundir el programa PAEM entre el profesorado del centro y de favorecer la integración escolar del menor. Si el absentismo escolar del menor es de "poca importancia", y no requiere de apoyos especializados externos, la estrategia a seguir se llevará desde el equipo directivo del centro. Si el problema es de "carácter familiar"se dará trasalado a los educadores del PAEM, para intentar resolver dicha situación. Y si persiste el problema y la "familia no se pone en contacto" y el menor sigue sin asistir a clase, "el caso será trasladado a la Jefatura de Estudios para que desde la misma es tomen las medidas oportunas". Es decir, traslade el caso al Gobierno muncipal.
Es ahí donde entra de lleno la actuación del Ayuntamiento, que adquiere "el compromiso de personarse en la causa ante la Fiscalía del Menor, en virtud del Real Decreto 299/1996 de Ordenación de las acciones dirigidas a la compensación de desigualdades en Educación". Por ello, en el convenio se precisa de la "importancia de que los centros educativos tengan o soliciten Programas Específicos de Educación Compensatoria (los llamados CAES y PAES) para reforzar su protección jurídica" a la hora de actuar en casos extremos.
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