Las gestiones de Moratinos aceleraron la liberación de los dos periodistas

El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, logró con tres llamadas telefónicas la rápida liberación de los dos periodistas españoles, el enviado especial de EL PAÍS, Ramón Lobo, y la fotógrafa Carmen Secanella, retenidos ayer por miembros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa. "Llamé primero a Mohamed Dahlan [influyente dirigente palestino y ex jefe de la seguridad preventiva en Gaza], y, después de hablar con él, lo hice directamente con Abu Mazen [nombre con el que es conocido Mahmud Abbas, el candidato oficial a las presidenciales de hoy] y después con Abu Alá [nombre con el que se conoce al primer ministro palestino, Ahmed Qurei], y ambos me dijeron que resolverían la cuestión en cinco minutos, y así fue", relata Moratinos.

El ministro reconoce que los años en los que fue representante de la Unión Europea para Oriente Próximo, desde 1996 hasta 2003, le ayudaron mucho para que la gestión fuera rápida y efectiva. "Conozco bien a Abu Mazen, que ayer justamente se encontraba en Gaza, y la relación personal ayuda mucho", comentaba ayer Moratinos. "Luego de que los dos periodistas fueran trasladados al Cuartel de la Seguridad Palestina en Gaza, me llamaron para pedir excusas por lo que había sucedido y extendieron las disculpas al pueblo español, por supuesto al periódico y al Gobierno", explica el ministro.

"Me dijeron que la retención de los periodistas la habían llevado a cabo personas incontroladas que quieren ejercer presión sobre la Autoridad Palestina. Obviamente, en la jornada previa a las elecciones no es de extrañar que haya podido ocurrir un incidente como éste por parte de personas que busquen desestabilizar el proceso electoral. Pero bueno, esperemos que mañana [por hoy] no haya problemas y la jornada electoral se desarrolle con normalidad", concluyó el ministro español.

Moratinos añadió que las autoridades palestinas se habían puesto en contacto con él para que conversara con el periodista Ramón Lobo, cuando éste estaba ya a salvo en el Cuartel de Seguridad Palestina de Gaza. El ministro también tenía constancia de que el cónsul español en Jerusalén había hablado con el periodista y que se había puesto a su disposición ante cualquier inconveniente que pudiese presentarse. "En fin, para eso estamos, ¿no? Para ayudar a nuestros nacionales allá donde haga falta", dijo Moratinos aliviado.