Los gatos de la escollera

A escasos metros de donde las olas rompían, una veintena de gatos acomodados en la escollera parecían ajenos a la virulencia del mar. Varios de ellos estaban más interesados en el público que a media mañana se acercó al paseo marítimo junto a la playa de las Arenas de Valencia. Algunos de los visitantes quisieron fotografiar la escena. "Son un espectáculo", subraya Juan Sánchez, un vecino de la Patacona que descubrió a los gatos hace "seis o siete años" y que los cuida desde entonces. Hay más. Algún grupo que precede a los mencionados y otros sobreviven más allá del final del paseo marítimo.

Una parte del tramo final del paseo marítimo está vallado desde hace unos días. Juan Sánchez explica que por esa zona está previsto que pase el canal de la Copa del América. Unas obras, añade, de inicio inmediato según le han comentado, que dejarán aislada una parte de la escollera y que pone en peligro a los felinos, cuyos antepasados en la zona dice que se remontan a hace 25 años y cuya supervivencia actual depende en buena medida de la generosidad humana. Juan cree que aunque hay gente que se interesa por ellos, aún falta la implicación institucional. Hace unos meses, por ello, se puso en contacto con la Sociedad Valenciana Protectora de Animales y Plantas en busca de una solución. Esgrime que "lo inmediato es rescatar a los gatos que hay y realojarlos" en una zona cercana para garantizar su supervivencia y "que la gente pueda seguir disfrutándolos". Juan tiene claro, entre otras consideraciones, que son una "atracción turística".

La Protectora Valenciana de Animales y Plantas, en cualquier caso, ha recogido el guante. Su presidenta, Ana Mayol, comenta que están buscando con el Ayuntamiento de Valencia y la Autoridad Portuaria una reubicación para los gatos. Solución que espera concretar en breve. "El Ayuntamiento está por resolver el tema", asegura. La protectora, de momento, ha decidido poner en marcha el plan de esterilización en la zona. También tratará de recuperar a los animales que estén enfermos. Mayol explica que están pendientes de acordar el sitio, próximo a su actual "hogar", en el que reubicar a los gatos, donde no se vean afectados por las obras y en el que estén a salvo. Apuesta, en esta línea, por acondicionar algún tipo de habitáculo que armonice con el entorno y que sirva de cobijo a los animales. Este año será de mudanza para los gatos de la escollera.