Discrepancias con el dictamen del Consejo de Estado
El Consejo de Estado (máximo órgano de asesoramiento legal del Gobierno) no comparte la forma en que el Gobierno va a regular los matrimonios homosexuales. En un informe no vinculante emitido por el organismo, éste se pronunciaba por una equiparación paso a paso, derecho a derecho, "extramuros" del Código Civil.
La opinión de este consejo es que para regular las uniones homosexuales no se debe alterar la actual "institución matrimonial", ya que constituyen "un modelo distinto de convivencia de pareja" que "demanda un distinto tratamiento jurídico" y otro nombre.
El Consejo de Estado mantiene el carácter "intrínsecamente heterosexual del matrimonio". La justificación para esta defensa está en "las coordenadas espacio-temporales en que la sociedad española está inserta, esto es, por una tradición jurídica de muchos siglos y por las concepciones existentes en los países de nuestro entorno (en sentido cultural y de civilización). Las otras formas de pareja se 'aproximan' al matrimonio, pero no se confunden con él", afirman.
Precisamente en este punto está la discrepancia entre el Consejo de Estado y el Gobierno. Este último sólo ha recogido las aportaciones técnicas del dictamen, como cambios en artículos que también contienen mención al marido, la mujer, al padre, la madre o al sexo de los miembros de la pareja, o formas de redactarlos, por ejemplo.
Para el Ejecutivo, las parejas formadas por personas del mismo sexo forman relaciones análogas a las conyugales, según han dicho diversos portavoces, por lo que su regulación debe ser la misma que la de los matrimonios.
