Polémica subida de los peajes de las autopistas de la Generalitat
Las tarifas aumentan el 4,48%, mientras que en la red del Estado suben el 2,93%
El aumento de los peajes por encima de la inflación ha desatado la polémica entre CiU y el Gobierno tripartito. Los nacionalistas consideran que el aumento rompe con su política de reducir el precio de las autopistas, mientras que el Ejecutivo atribuye a los errores del pujolismo la situación actual. Mientras que los peajes de las autopistas de la red del Estado subirán mañana el 2,93%, las de la Generalitat costarán el 4,48% más.
La autopista AP-7, entre la frontera y Tarragona, la AP-2, entre Tarragona y Lleida, y algunos tramos de la C-33 y la C-32, todas ellas del Estado, serán a partir del 1 de enero el 2,93% más caras. Se trata de una subida menor que la experimentada en los últimos tres años y menor también que la que tendrán las autopistas que dependen de la Generalitat.
En ellas, el incremento será finalmente del 4,48%, excepto en el tramo de la C-31 entre Sitges y El Vendrell, que subirá el 7,14%. Esta cifra es superior a la de años anteriores porque, según el consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Joaquim Nadal, las tarifas incluyen parte de las subidas del IVA que el Gobierno de CiU no aplicó. Esa medida fue considerada ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Recargar íntegramente la parte del impuesto no cobrado hasta ahora habría comportado una subida del 9,57%.
Finalmente, el incremento será del 1,2% y se aplicará de forma escalonada hasta 2013. Así lo acordó el grupo para la reordenación de peajes formado por la Generalitat, partidos políticos, agentes sociales y concesionarias. El 1,2%, sin embargo, se debe sumar al precio base, que en 2005 subirá el 3,24%, una cifra por debajo de lo habitual. Ello se debe a que se ha calculado a partir del 90% del IPC y no del 95%, como en años anteriores. A partir de 2006, el precio estará en función de la intensidad del tráfico. El grupo de peajes también acordó rebajar hasta el 40% la tarifa de las autopistas catalanas en determinados horarios de las operaciones salida y retorno.
Esta medida, Artur Mas (CiU) la considera una "tomadura de pelo", dirigida a "enmascarar aumentos generales de los peajes". Por el contrario, a juicio de los socialistas, la subida es consecuencia de la política del Gobierno de CiU, que no aplicó en su momento los incrementos del IVA. La acusación no ha surtido efecto en la federación nacionalista, que ha dado al Ejecutivo catalán un plazo de tres a cuatro meses para rebajar tarifas y eliminar barreras. De no ser así, amenaza con retirarse del grupo para la reordenación de los peajes.
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