Honduras estudia endurecer las penas contra las pandillas
El Parlamento de Honduras estudia una reforma de la Constitución para fijar penas de 20 a 30 años de cárcel a los jefes de pandillas juveniles, tras la matanza de 28 pasajeros de un autobús de la ciudad de San Pedro Sula, el pasado 23 de diciembre. Las autoridades hondureñas responsabilizaron del crimen a la mara Salvatrucha, una de las bandas callejeras más temidas del país.
El presidente del Legislativo, Porfirio Lobo, principal impulsor de la reforma constitucional, afirmó que los responsables de crímenes muy graves deben ser castigados con la pena de muerte. Lobo señaló que podría consultarse en un plebiscito al pueblo hondureño si quiere que se aplique el máximo castigo, abolido hace más de medio siglo en este país centroamericano. Una de las iniciativas presentadas ante el Parlamento consiste en reformar el Código Procesal Penal, que impone penas de 9 a 12 años de cárcel a los jefes de estas bandas por el hecho de serlo, reducidas en una tercera parte a los que sólo son miembros.
Por otra parte, varios medios de comunicación informaron ayer de que un capitán del Ejército de Honduras no identificado aparece implicado en la matanza, supuestamente por vender a los autores los fusiles AK-47 y M-16 utilizados en el múltiple crimen.
