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Menos del 10% de los autobuses escolares inspeccionados en Euskadi incumple la ley

La Ertzaintza asegura que las principales deficiencias de los autocares son formales

La Ertzaintza y las policías locales de las tres capitales vascas han impuesto desde el comienzo del presente curso académico un total de 38 denuncias por incumplimiento de la normativa sobre transporte escolar. Las sanciones suponen menos del 10% de las inspecciones realizadas -sólo la Ertzaintza ha controlado hasta el pasado 10 de noviembre a 373 autocares-, pero se deben principalmente a aspectos formales, como la falta de documentación, según un portavoz de la policía vasca. La legislación en esta materia se ha endurecido desde hace tres años.

En septiembre de 2001 entraron en vigor las nuevas normas de seguridad en el transporte escolar, aprobadas el 27 de abril de ese mismo año por el Consejo de Ministros. La normativa adapta las condiciones de seguridad de los transportes a los cambios experimentados en esta materia desde 1983.

Las principales novedades de la ley radican que la antigüedad máxima del autocar se rebaja de los 18 a los 16 años y se prohíbe la práctica de que varios niños ocupen la misma plaza, eliminando la fórmula del "tres por dos" que se aplicaba habitualmente. Ahora en cada asiento debe viajar únicamente un escolar. Junto a ello, es obligatoria la presencia de un acompañante cuando la mitad de los viajeros del autobús sean menores de 12 años.

La nueva normativa define las características técnicas del autobús escolar, pero también una pautas para las paradas, el itinerario y la duración del viaje con el fin de que "en circunstancias normales resulte posible que el tiempo máximo de permanencia en el vehículo no alcance una hora por cada sentido". La ley sólo permite superar este límite horario "en casos excepcionales debidamente justificados".

En cuanto a su plena aplicación, se incluye una Disposición Transitoria que posibilita un desarrollo progresivo con el fin de se garantice su total implantación en el curso académico 2007-2008.

Los datos aportados por los cuerpos competentes en el País Vasco muestran que los autobuses escolares cumplen de manera general las medidas implantadas hace tres años, como la obligación de que cada plaza esté ocupada sólo por un niño, la presencia de monitores o que los vehículos dispongan de cinturones de seguridad, afirmó un portavoz del Departamento de Interior. La Ertzaintza ha inspeccionado desde inicios de curso hasta noviembre pasado un total de 373 vehículos escolares, de los que 289 fueron revisados en Vizcaya, 54 en Álava y 30 en Guipúzcoa. Las denuncias formuladas por la policía vasca totalizaron 38. Destaca el elevado índice de sanciones en Guipúzcoa, que afecta a la mitad de los autobuses analizados en esa provincia (15), mientras que en Vizcaya las irregularidades apreciadas rondan apenas el 4%, con un total de 11 casos. En el caso de Álava, se elevan al 22%, con un total de 12 denuncias.

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En Vitoria, hasta el pasado mes de noviembre no se había interpuesto ninguna denuncia a los 64 autobuses inspeccionados, cuando el pasado ejercicio se registraron un total de 18, según indicó un portavoz de su Policía Municipal. Entonces se constataron anomalías como la falta de la autorización municipal, exceso de pasajeros, el hecho de no cumplimentar el libro de ruta o la ausencia de la Inspección Técnica de Vehículos (ITV).

"Los controles empiezan en septiembre y se hacen a lo largo del curso, tanto a lo largo del trayecto como a la llegada del centro escolar", apuntó este portavoz de la Policía Local. "Las cuestiones como la presencia de monitores o que los niños lleven puesto el cinturón de seguridad se suelen cumplir", agregó.

La ausencia de denuncias en este curso muestra que "hay una mayor responsabilidad, porque lo normal en otros años es que hubiera una docena de denuncias al año", señalan en la Policía Municipal vitoriana.

En Bilbao, donde las inspecciones comenzaron en noviembre y por tanto no hay datos concretos aún, el pasado año se impusieron seis sanciones entre los 41 autobuses controlados, según un portavoz del consistorio. "Normalmente se cumple la normativa, aunque al principio había más picaresca. Ahora casi todos cumplen la ley".

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