Un radar preventivo en la C-32 informa a los conductores que superan la velocidad permitida

Uno de los arcos informativos situado en la C-32, poco antes de la entrada a los túneles del Garraf, emite desde hace unas semanas mensajes llamativos: "Ha superado usted la velocidad máxima permitida. 120". Y lo hace cuando se acerca un vehículo que, realmente, supera la velocidad autorizada. El sistema incorpora un radar, pero no tiene efectos sancionadores y, además, está en pruebas. Lo ha instalado el Servicio Catalán del Tráfico, dependiente del Departamento de Interior de la Generalitat, con el fin de comprobar si contribuye a reducir la velocidad media de los conductores y, sobre todo, el número de accidentes. Hay otro artilugio idéntico en la Nacional II, cerca de Tàrrega.

La velocidad media de los conductores que circulan por Cataluña es superior a la media de los países de la Unión Europea, un dato que, presumiblemente, es inseparable de la "severidad" de algunos accidentes", explica el director del Servicio Catalán del Tráfico, Rafael Olmos. El objetivo del Departamento de Interior, cuya titular es Montserrat Tura, no es imponer sanciones sino reducir la accidentalidad y, con ello, la siniestralidad.

Una de las medidas, en periodo de pruebas, adoptadas es la instalación de un radar móvil -los Mossos d'Esquadra lo llaman el carretón- conectado a un arco informativo. El cinemómetro establece la velocidad del coche, transmite la información al panel y éste informa al conductor. El sistema es el mismo que se utiliza para informar de otros aspectos de tráfico, con mensajes variables, aunque incorpora una especie de fogonazo similar al de un flash fotográfico, de modo que el conductor se sienta directamente concernido.

"La tecnología no está definitivamente adecuada a nuestras necesidades, estamos en ello", explicó Olmos. En estos momentos el cinemómetro barre un carril, pero no puede informar al conductor de si es él o el del carril de al lado quien vulnera la norma.

En estos momentos hay dos carretones operando. Uno es del Gobierno catalán y está en la C-32, en sentido sur, antes de llegar a los túneles del Garraf. El otro es del Ministerio de Fomento y se halla instalado en la antigua Nacional II, hoy A-2, a la altura de Tàrrega. Olmos cree que sería muy interesante disponer de un tercer aparato en la zona del Maresme.

"En estos momentos trabajamos en un doble frente. El primero, adecuar el aparato a las necesidades; el segundo, disponer de datos efectivos sobre velocidades medias en las zonas, de modo que podamos establecer con claridad si los carretones reducen la velocidad media y también la accidentalidad". Si la respuesta es positiva, se ampliaría la instalación de los artefactos, que ya funcionan en Estados Unidos, Australia, Francia con efectos saludables sobre el tráfico. Una vez que se disponga de toda la información pertinente, la consejera Tura decidirá las medidas adecuadas y, en este caso, no podrán ser tildadas de recaudatorias.