Dos medidas

"La justicia debe imperar en los ejércitos de tal modo que nadie tenga que esperar del favor ni temer de la arbitrariedad" (artículo 14 de las reales ordenanzas).

Ha sido sancionado con ocho días de arresto domiciliario el sargento del Ejército que por su cuenta y riesgo dirigió un ejercicio simulado de protección contra un atentado terrorista, con armas reales aunque con munición de fogueo, en una cafetería en pleno centro de Madrid el pasado noviembre.

El comandante del Ejército del Aire Juan Manuel Riesgo cumple arresto de 40 días, "desterrado" en una base del norte de España, por haber comentado en una carta "personal y particular" de felicitación al jefe del Estado Mayor de la Defensa las deficiencias que sufre el Museo del Aire de Cuatro Vientos, depositario de un rico legado de la historia de nuestra aeronáutica militar y civil, como consecuencia de la mala gestión de su actual general-director, superior del comandante arrestado durante esta etapa decadente del museo. Dicha carta fue interferida y abierta irregularmente por el jefe del gabinete del Jemad, consuegro del director del museo, quien la pasó a la asesoría jurídica sin conocimiento del Jemad, siéndole incoado al comandante Riesgo un expediente sancionador por el jefe del Mando General, amigo personal del director del museo, tomando declaración sesgada a unos testigos y obviando tomársela a los del inculpado.

Con este cúmulo de irregularidades se trata de silenciar a un militar doctor en Historia, apasionado defensor del rigor histórico de este museo, centro que hasta el 2000 había sabido superar pasadas inercias ideológicas en relación con el material de la Guerra Civil, resucitadas de nuevo, deficiencias que el comandante Riesgo no ha podido callar por más tiempo, ante el lento derrumbe de un referente museístico que tanto trabajo ha costado levantar, sufriendo al parecer una represalia que pasa por encima de todas las garantías procesales y constitucionales que amparan a este celoso militar e historiador de la aviación española.