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Putin admite que el Estado ruso controla la filial de Yukos y defiende la operación

Gazprom anuncia la absorción inminente de la petrolera Rosneft, propietaria de Yuganskneftegaz

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, admitió ayer que el Estado ruso se ha hecho con el control de la principal filial de la petrolera Yukos (Yuganskneftegaz) a través de la petrolera pública Rosneft. Ésta anunció en la noche del jueves, por sorpresa, que ha adquirido el 100% de la sociedad Baikalfinansgroup, que, a su vez, había adquirido el domingo a la filial de Yukos por 9.350 millones de dólares (7.000 millones de euros). Putin defendió la legalidad de la operación diseñada por el Kremlin. Al tiempo, el gigante semipúblico Gazprom anunció la inminente fusión con Rosneft.

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Las sospechas de que el Estado ruso estaba detrás de toda la operación de compra de Yuganskneftegaz (que extrae un millón de barriles de petróleo al día, el 60% del negocio de Yukos) se habían extendido desde que se anunció la compra de la filial por Baikalfinansgroup, una sociedad sin dueños conocidos. Pero ayer, Putin confirmó que el pez que primero comió, tenía detrás otro pez más gordo, el Estado ruso, dispuesto a engullir al aparente depredador. El resultado: el Kremlin controla la joya de la corona de Yukos pese a las maniobras judiciales del grupo petrolero privado, que ha obtenido de un tribunal de EE UU la declaración de quiebra que teóricamente, debería impedir el desmenbramiento del grupo.

En su declaración de ayer, Putin, además de rasgar todos los velos de la operación, dejó claro que desde el punto de vista del Gobierno ruso, no hay discusión legal que valga. Ni en Rusia ni en EE UU. Según su punto de vista, el Estado ruso ha utilizado "mecanismos legales de mercado" para hacerse con las acciones de la filial de Yukos subastadas el pasado 19 de diciembre.

Privatizaciones

De paso, el antiguo alto cargo del KGB soviético cuestionó el alocado proceso privatizador llevado a cabo en Rusia en los años noventa. "Ustedes saben cómo tuvieron lugar las privatizaciones. A principios de los años noventa, muchos de los participantes en el mercado obtuvieron las propiedades del Estado por varios miles de millones utilizando diferentes astucias, entre las que se encuentra la violación de la ley", señaló Putin. "Hoy, el Estado ha utilizado los mecanismos legales de mercado para asegurar sus intereses", indicó. "La adquisición por Rosneft, compañía propiedad del Estado" de Bailkalfinansgroup (de la que Putin no recordaba el nombre) "se ha hecho de forma legal", añadió. Para Putin, Rosneft, como toda compañía pública o privada, tenía derecho a adquirir estos activos y ha utilizado este derecho.

Yukos está envuelta en un conflicto con las autoridades rusas que le acusan de haber evadido 26.000 millones de dólares. La adquisición de los activos de Yukos permite al Estado ruso reforzar su posición en el mercado de los hidrocarburos.

Además de la petrolera Rosneft, el Estado posee una participación en el gigante Gazprom, que tiene en proyecto fusionarse con Rosneft.

Después de que se hiciera pública la compra de las acciones de Yuganskneftegaz por Rosneft, Gazprom confirmó que la compra de los activos procedentes de Yukos no cambia sus planes de hacerse con la compañía pública, según indicó un portavoz de la compañía. Este portavoz aclaró también que la intención del Estado de aumentar su participación en el capital de Gazprom hasta hacerse con el control del mismo tampoco había cambiado después de la compra.

Pero para Yukos, la historia no ha acabado. Ayer, anunció que dará batalla legal por todo el mundo para defender los intereses de sus accionistas. "Ya advertimos de que aquel que se haya hecho con el control de Yuganskneftegaz ha comprado un fuerte dolor de cabeza y, si el beneficiario final de la operación es Rosneft, esa declaración se extiende también a esa respetable compañía", declaró a la emisora de radio Eco de Moscú el portavoz de Yukos, Alexandr Shadrin.

Shadrin aludía a que, según Yukos, la congelación de las operaciones con los activos de Yukos, dictada la semana pasada por un tribunal de quiebras de Houston, Tejas, ampara acciones judiciales en todo el mundo contra quienes hayan participado o se hayan beneficiado de esas transacciones.

Fallo judicial

El fallo del tribunal estadounidense, aunque de carácter provisional, fue suficiente para que un consorcio de bancos occidentales, encabezados por el Deutsche Bank, se echara para atrás en la concesión de un crédito de 10.000 millones de euros para financiar la compra de Yuganskneftegaz.

Según los ejecutivos de Yukos, la venta de su filial fue totalmente ilegal, al considerar que la legislación rusa establece que los activos productivos son los últimos en venderse en caso de resolución judicial y también porque el precio de salida que se fijó para la subasta es muy inferior al valor real de la compañía. Tasaciones internacionales independientes calcularon el valor de la filial extractora de Yukos entre 18.000 y 25.000 millones de dólares, cuando el precio de salida fue de sólo 8.836 millones de dólares. "Las autoridades se han hecho un magnífico regalo de Navidad: han destruido la compañía petrolera más eficaz de Rusia", declaró tras la subasta el fundador y ex presidente de Yukos, Mijaíl Jodorkovski, actualmente en prisión.

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