Una verdadera rareza
Ya desde la primera secuencia, lo que parece ser el comienzo de un simpático dibujo animado sobre un elfo, nada es lo que parece en esta película, una de las propuestas (supuestamente) para niños más extrañas, y al tiempo apasionantes, que le han tocado ver a este cronista en tiempos navideños, y desde hace años. Pronto queda en evidencia que lo que veremos nada tiene de película al uso: de repente, el dibujo animado queda congelado, y una voz y sobre todo la silueta de quien luego sabremos que se llama Lemony Snicket, le dará limpiamente la vuelta a lo hasta entonces visto: "Si quiere ver algo divertido y simpático, vaya a otra sala. Lo que aquí contaré nada tiene de simpático". Desde esa primera secuencia, todo queda encadenado, en un interesante juego metalingüístico, a la voz y a la aparición de ese gran demiurgo que nos mostrará la historia.
UNA SERIE DE CATASTRÓFICAS DESDICHAS DE L. SNICKET
Dirección: Brad Silbering. Intérpretes: Jim Carrey, Meryl Streep, Emily Browming, Liam Aiken, Billy Connolly, Dustin Hoffman. Género: fantástico, EE UU, 2004. Duración: 95 minutos.
Desde ahí arrancan las aventuras, considerablemente tétricas, aunque no exentas de un bello halo de misterio, de tres huérfanos casi niños cuyos padres han muerto de manera violenta y cuya tutoría espera obtener un siniestro, maquiavélico, ególatra actor... sólo para intentar mandar a los niños al otro mundo y cobrar la cuantiosa herencia que les ha tocado en suerte.
Como se verá, y al igual que ocurre con otra de las grandes criaturas de la ficción para niños contemporánea, Harry Potter, también por aquí asoman multitud de referencias tomadas del baúl de las historias infantiles de todos los tiempos. Adaptación de tres libros del escritor Daniel Handler, el filme sigue al pie de la letra la estructura de persecución / escapatoria del malvado y los tres niños hasta que el ansiado happy end clausure definitivamente la función... aunque dejando suficientes cabos sueltos como para esperar la lógica continuación de las aventuras.
En la película, narrada con una cierta morosidad por el director, Brad Silbering, tal vez porque necesita dar muchas pistas para que el público infantil no se le distraiga, su fuerte look visual se eleva por encima de las contingencias de una historia ya vista hasta atrapar sutilmente al respetable en un juego en el que lo macabro y lo maravilloso se dan la mano en una feliz conjunción artística, muy lejos de los habituales lugares comunes sobre el cine pretendidamente "para niños". Extraña, excitante, es una recomendación para niños con imaginación... pero decididamente no para los más pequeños de la familia.
Babelia
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