El presidente rumano encarga formar Gobierno a la oposición
El nuevo presidente de Rumania, el centrista Traian Basescu, designó ayer a un liberal de su misma formación política, Calin Popescu Tariceanu, como primer ministro ante las protestas de los socialdemócratas, que ocupaban el Gobierno y que lograron un resultado ligeramente superior en las legislativas del pasado 28 de noviembre.
Basescu, que contra todos los pronósticos alcanzó la presidencia por encima del candidato del partido socialdemócrata en la segunda vuelta de los comicios, señaló ayer en una rueda de prensa en Bucarest que "la única persona capaz de lograr que se cumplan los compromisos adquiridos durante la campaña es un primer ministro perteneciente a la alianza Justicia y Verdad (DA)". "La lucha contra la corrupción servirá a los intereses de Rumania", agregó Basescu, que basó su campaña electoral en durísimas acusaciones de corrupción contra los socialdemócratas, que han gobernado el país 11 de sus 15 años de democracia.
Rumania, que acaba de cerrar sus conversaciones con Bruselas para entrar en la UE en enero de 2007, corre el riesgo de encontrarse con un Gobierno débil en un momento clave para llevar a cabo las complejas reformas que le exige la Unión antes de su ingreso, sobre todo en los terrenos de competencia y justicia e interior.
Tras su designación, Tariceanu anunció que iba a empezar conversaciones con las formaciones políticas para encontrar los apoyos parlamentarios necesarios para ser investido, sobre todo con el partido que representa a la minoría húngara y con los otros 18 representantes de las minorías nacionales.
Elecciones anticipadas
Tariceanu tiene diez días para lograr ser investido antes de que el presidente se vea obligado a designar a otro candidato. Si en un plazo de 60 días ningún candidato ha logrado ser elegido, el presidente puede disolver las cámaras y convocar nuevas elecciones. El Partido Socialdemócrata (PSD), en coalición con un pequeño partido, logró un 37% de los votos en las legislativas, siete puntos más que la alianza DA.
La designación del candidato de la oposición ha provocado la ira del PSD que, tras perder la presidencia, se arriesga a verse alejado también del Gobierno. "La elección de Basescu contradice la opción clara de los rumanos a favor del PSD en las elecciones del 28 de noviembre", señaló el portavoz socialdemócrata, Titus Corlatean.
Sin embargo, el todavía primer ministro en funciones y candidato derrotado a la presidencia, Adrian Nastase, aseguró que su partido "no quiere contribuir a una situación de inestabilidad en Rumania", insinuando que podrían abstenerse para facilitar la elección de Tariceanu. Pero algunos analistas políticos ven la situación de una forma completamente diferente. "El Gobierno será frágil y el PSD esperará al momento adecuado para amenazar con una convocatoria forzada de elecciones anticipadas", señaló el politólogo Adrian Moraru.
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