Mohamed VI recibe en Marraquech al jefe del Estado Mayor de la Defensa
El jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general de Ejército Félix Sanz Roldán, fue recibido ayer por la mañana en el Palacio Real de Marraquech por el rey de Marruecos, Mohamed VI.
La audiencia del monarca al jefe de la cúpula militar española, que estuvo acompañado por el jefe de Estado Mayor Conjunto, vicealmirante José Terán Elices, y del embajador español en Marruecos, Luis Planas, fue revelada por la agencia oficial marroquí MAP y confirmada en Madrid por el propio general Sanz.
La audiencia se desarrolló íntegramente en castellano y duró unos 50 minutos. Durante la misma, Mohamed VI condecoró al jefe del Estado Mayor de la Defensa con el Gran Cordón Wissam Al Askari, del Mérito Militar marroquí. Se da la circunstancia de que el general Sanz estuvo el pasado fin semana en Marruecos, invitado por su homólogo marroquí, pero entonces no pudo ser recibido por el Rey. Tras regresar a Madrid, donde el lunes por la mañana presentó en el Senado el proyecto de reorganización del Estado Mayor de la Defensa, viajó de nuevo a Marruecos para la audiencia real.
El Jemad confirmó su entrevista con Mohamed VI durante la presentación del libro Environmental challenges in the Mediterranean 2000-2050 (Retos medioambientales en el Mediterráneo 2000-2050) editado por el director de la Unidad de Investigación sobre Seguridad y Cooperación Internacional (UNISCI), Antonio Marquina, en la sede de la Comisión Europea en Madrid. Sanz relató que había tratado con el rey alauí algunos de los temas del libro. "El principio de que la seguridad es indivisible ha calado tanto que ya forma parte de las conversaciones de los interesados en la seguridad", señaló.
El general Sanz extendió sobre las relaciones euromediterráneas y opinó que "el diálogo mediterráneo ha progresado poco en el ámbito de la Alianza" Atlántica, que debe poner "recursos" para favorecerlo. El jefe de la cúpula militar también admitió como cierto que "a veces los mensajes que se mandan del Norte al Sur de Europa hacia los países del diálogo Mediterráneo generan efectos contrarios a los que se pretenden".
