Zonas comerciales y transportes
La instrucción 7/2004, de la Secretaría de Estado de la Seguridad, alude expresamente a la protección de "las grandes infraestructuras de transportes, las grandes instalaciones energéticas y los acontecimientos deportivos", así como a "las zonas comerciales y lugares emblemáticos de cada una de las ciudades con una tradicional afluencia turística", según la nota difundida anoche por Interior.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado pondrán especial empeño en la detección y control de personas y vehículos sospechosos, así como en "impedir y detectar la colocación de cualquier artefacto que pueda comprometer la seguridad de los actos en los que está prevista la asistencia masiva de ciudadanos", lo que supondrá la realización de registros tanto en los accesos como en las proximidades de los locales donde estén convocados estos actos.
La participación de las Fuerzas Armadas en el plan consistirá en el "desarrollo de dispositivos propios de vigilancia en la línea férrea del AVE, así como en otros objetivos estratégicos dentro del ámbito de sus competencias y bajo la exclusiva dependencia del Ministerio de Defensa dentro del reparto aprobado por la comisión interministerial", según la nota de Interior.
La participación de las Fuerzas Armadas es la gran novedad de este dispositivo. El Gobierno del PP sólo decidió contar con ellas el 17 de marzo pasado, una semana después de la matanza del 11-M, cuando el Gabinete de Crisis apresidido por Aznar aprobó su propio plan de seguridad.
El Ministerio de Defensa puso en marcha entonces el denominado Plan Romeo Mike de colaboración en la lucha contra el terrorismo. Este plan, en el que participaron unos 1.900 efectivos, incluía la vigilancia simultánea de 37 objetivos estratégicos, como centrales eléctricas o estaciones de tren o autobús.
En especial, el Ejército se ocupó, mediante patrullas a pie y en helicóptero, de la vigilancia del trazado de la línea ferroviaria de alta velocidad, que fue objeto de un atentado frustrado por parte del comando islamista que perpetró el 11-M y se suicidó el 3 de abril en Leganés (Madrid).
Además, el Ejército del Aire se hace cargo del control del espacio aéreo, frente a posibles atentados similares a los del 11-S en EE UU, y la Armada colabora con la vigilancia de las aguas territoriales.
El pasado lunes en el Senado, el ministro José Bono defendió la participación de las Fuerzas Armadas en la lucha contra el terrorismo en España y no sólo en el extranjero.
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