Castellón revive su compromiso con la cultura en el centenario de Artola

Sin complejos, la ciudad de Castellón celebró ayer, en el teatro Principal, el centenario del nacimiento del poeta Bernat Artola en medio de una nostalgia general por el movimiento cultural que vivía la capital de La Plana a principios del siglo XX, pero también con el explícito deseo de reafirmar su compromiso colectivo en favor de la lengua y la cultura valencianas. Así lo dejaron claro todos los que intervinieron.

Todos los intervinientes, desde el alcalde, José Luis Gimeno, hasta el catedrático de Filología Catalana Lluís Messeguer, expresaron la necesidad de que la obra de Artola no sea recordada o conocida en fechas reseñables, sino que se extienda en el tiempo y tenga una continuidad. La coincidencia de la fecha del homenaje con el aniversario de la firma de les Normes de Castelló también fue mencionada, sobre todo debido a que el valenciano fue la lengua que más utilizó Artola en su obra literaria, con más de 1.300 poemas. También el secretario del Consell Valencià de Cultura, Jesús Huguet, manifestó su deseo y la intención del organismo de que el reconocimiento al poeta castellonense acabe con la "situación injusta" a la que ha sido sometida su obra y "salga del armario de las curiosidades". Además, afirmó la necesidad de "asumir un compromiso con la herencia cultural".

El acto de celebración del centenario del nacimiento del poeta, organizado por el Ayuntamiento y el Consell Valencià de Cultura, tuvo lugar ayer en el Teatro Principal de Castellón. El homenaje, al que asistió el director general del libro, Vicente Navarro de Luján, contó con intervenciones de vertiente más popular y otras más más líricas.

El concejal de Cultura, Miguel Ángel Mulet, fue el encargado de glosar su figura como persona e hizo especial hincapié en el Castellón en el que creció. Una ciudad, según dijo, de convivencia de ideologías y un pueblo con sentido de modernidad. Lluís Messeguer dedicó su intervención al autor literario o "anotador de palabras", como le llamó, en una rememoración nostálgica del mundo en el que vivió Bernat Artola y que se plasmó en su obra, para la que utilizó palabras como "esperanza", "belleza", "humanidad" y "verdad".

El escritor Manel García Grau fue el encargado de recitar cuatro de sus poemas, mientras que la compositora Matilde Salvador, al piano, y el grupo Els Llauradors pusieron la parte musical.