La artrosis es la causa más frecuente de dolor crónico
Cuatro millones y medio de españoles sufren dolor crónico no oncológico, es decir, el que persiste tras la curación o tratamiento de la enfermedad que lo originó. La falta de formación del médico que lo trata, la aceptación del dolor por el paciente como parte del proceso natural del envejecimiento o el desconocimiento de tratamientos más eficaces facilitan que alrededor del 80% de estos enfermos estén mal controlados. Un estudio presentado recientemente por la Sociedad Española del Dolor (SED) revela que en el 69% de los casos el dolor crónico afecta gravemente a la calidad de vida y en el 58% influye en su relación familiar. De todas las dolencias, la artrosis es la causa más frecuente de dolor crónico.
El trabajo de investigación Valoración socio-epidemiológica del paciente mayor de 65 años con dolor crónico no oncológico, en el que han participado 594 pacientes procedentes de 15 hospitales de toda España, confirma que esta enfermedad afecta más a las mujeres que a los hombres, que alrededor del 44% de los pacientes se despierta una media de tres veces por la noche debido al dolor, y que idéntico porcentaje necesita medicamentos para poder dormir. Igualmente, el 82% de los enfermos reside en su domicilio con sus familiares, la mayor parte de ellos con su pareja, pero hay un 18% que vive solo.
Cada persona tiene un umbral de dolor y responde de una manera distinta a los tratamientos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) estableció la escalera terapéutica del dolor, base del tratamiento, que comprende tres peldaños: uno para el dolor leve (analgésicos, antiinflamatorios no esteroideos), otro para el moderado (opioides menores, como la codeína) y el tercero para dolor severo (opioides mayores, como la morfina).
Mal uso de los fármacos
Sin embargo, y a pesar de existir tratamientos eficaces, el dolor no se controla de manera adecuada en España. El estudio revela que para paliar este tipo de dolor, que a veces puede llegar a ser insufrible, el 54% de los pacientes recibe solamente terapia rehabilitadota, y entre los que reciben tratamiento farmacológico, los antiinflamatorios no esteroideos son los más utilizados.
Manuel Rodríguez, presidente de la SED, advierte que en España se hace un uso indiscriminado de estos medicamentos, y así, por ejemplo, muchos médicos prescriben antiinflamatorios en la artrosis en vez de un analgésico puro, como el paracetamol, cuando esta patología no es inflamatoria, sino degenerativa.
El estudio también señala que el 41,6% de los pacientes sufre dolor nociceptivo (en las terminaciones nerviosas), el 18,7% está ligado al dolor neuropático (afecta al sistema nervioso central) y el 38,7% tiene dolor mixto.
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