Elorza presenta hoy a los vecinos el plan de nuevos accesos a San Sebastián

El equipo de gobierno de San Sebastián ha puesto sobre la mesa un plan en tres etapas para eliminar por fin el intenso tráfico que soporta la Avenida de Carlos I, uno de los principales viales de salida y entrada al centro de la ciudad y que divide en dos el barrio de Amara. La propuesta incluye la construcción de una salida por el paseo de Errondo y un ramal en Riberas de Loiola. EA defiende este diseño, pero PNV y PP lo rechazan. El Ayuntamiento presentará esta tarde el estudio a los vecinos. Será la Diputación, competente en carreteras, la que decidirá si acomete o no el proyecto.

Las fachadas de los edificios de la Avenida de Carlos I llevan tiempo luciendo carteles con el lema Variante no. Sus ocupantes están hartos de soportar el paso de más de 41.000 vehículos cada día que circulan bajo sus balcones para ir a parar a la variante de San Sebastián, el principal punto negro de la red viaria vasca, según un reciente estudio europeo. Y, en sentido contrario, para acceder al centro de la ciudad o a Anoeta, donde se alza el estadio de la Real Sociedad.

Los grupos de la corporación llevan tiempo debatiendo, cuando no polemizando, sobre la necesidad de adoptar una solución en Carlos I, que aspira a convertirse en una avenida urbana dentro de uno de los barrios más poblados de la ciudad. En principio, están de acuerdo en que es preciso redistribuir el tráfico de entrada y salida de una capital que ha ido creciendo, de manera que la elevada circulación no afecte a las zonas más urbanizadas. El diseño viario para lograr ese objetivo es ya otra cosa. En cualquier caso, la encargada de dar el visto bueno al proyecto final y de financiarlo será la Diputación.

Tres fases

El equipo de gobierno socialista que encabeza Odón Elorza expuso hace unos días la solución en tres fases por la que apuesta y que entregará a la institución foral. Esta tarde explicará el proyecto a los vecinos de Amara. En una primera etapa, se trasladaría la salida de la ciudad de Carlos I al paseo de Errondo, desde donde se accedería al actual túnel de la variante. La entrada a la ciudad continuaría igual, según recoge el plan del consistorio. Este primer paso podría realizarse de inmediato, sin esperar a que concluya la construcción de la autovía del Urumea o el segundo cinturón de San Sebastián.

La segunda fase permitiría eliminar también la entrada por Carlos I gracias a la ejecución de un enlace en el nuevo barrio de Riberas de Loiola, donde se han empezado a levantar varios cientos de pisos. Este ramal se completaría con la autovía del Urumea y el vial que enlazará la zona del complejo hospitalario Donostia con el barrio de Martutene. Esta etapa no necesitaría para su materialización del segundo cinturón, que se prevé abrir en 2009.

Por último, plantea realizar un vial en sentido Irún a partir del ramal de Errondo, lo que permitiría a los vehículos procedentes del ensanche de la ciudad y del barrio de Amara Viejo ir hacia esa localidad sin cruzar el río. Todo este entramado viario y la reordenación del tráfico permitiría reducir considerablemente la carga de circulación en buena parte de Amara y descongestionar la variante.

El grupo de EA ve con buenos ojos este plan en tres fases, que considera más adecuado que el proyecto que venía defendiendo cuando estaba coligado con el PNV. Esta última formación, sin embargo, cree inviable la apuesta del PSE y espera que la Diputación no la acepte finalmente. Argumenta, por ejemplo, que la curva de salida desde Errondo sería "muy cerrada" y, por tanto, peligrosa. Tampoco le parece una buena solución al PP. Ambos grupos apuestan por un nuevo vial que bordee el paseo de Errondo y suprima el paso por los túneles de Amara. Advierten además que Riberas de Loiola se convertiría en "un Carlos I bis".